Covirán: CEO's con fecha de caducidad
La cooperativa nombró un nuevo presidente en enero tras un periodo de cuatro años -desde la salida de Luis Osuna- en el que el CEO que más tiempo ha durado en la compañía apenas ha superado los dos años
Merece la pena recordar los acontecimientos recientes que motivan la escritura de este artículo. El desencadenante de todo lo que se va a exponer tiene lugar en febrero de 2019, con la salida de Luis Osuna de la cooperativa de origen granadino. Osuna fue presidente desde 2012, periodo en el que que también ejerció la dirección general. La sucesión no se produjo enseguida, sino que no fue hasta julio de ese año cuando se nombró a Daniel Gómez Maroto como nuevo director general. Antes de ese nombramiento, la cadena estuvo regentada por Antonio Robles y Rafael Cortés, como presidente y director general, respectivamente.
No obstante, la etapa de Gómez Maroto apenas duró dos meses, tras los que el comité directivo, presidido por Patro Contreras, se hizo cargo del rumbo de la compañía. Un año después, José Francisco Muñoz tomó las riendas desde octubre de 2020 hasta finales de 2022. Esa salida fue seguida de la de Patro Contreras, que llevaba en el cargo desde junio de 2019. Ahora, el grupo lo preside José Antonio Benito, que había sido vicepresidente hasta su nombramiento en enero.
Todas estas idas y venidas muestran la dificultad de Covirán para encontrar un capitán que maneje la nave. La realidad es que ya no queda ningún directivo de los que había a la salida de Luis Osuna, según afirman fuentes conocedoras a Food Retail & Service. “En cuatro años no puedes quitar a todos los directivos y que los refuerzos que tengas sean colegas”, explican: “Es muy complicado gestionar así”.
Estos últimos años han estado marcados por estas convulsiones, entre las que destaca otro acontecimiento: las acusaciones mutuas de unos socios 'rebeldes' para echar a la directiva, y la acusación por parte de Covirán a tres de esos socios de falsificar firmas. En la última etapa, el consejo había prometido transparencia y hacer las cosas bien. A la luz de los últimos acontecimientos, parece no haber sido así.
En la prensa se han publicado diferentes versiones de las salidas de José Francisco Muñoz y Patro Contreras. La mayoría coinciden en que la salida del director general fue motivada por discrepancias personales con la presidenta. No obstante, las fuentes consultadas por este medio señalan una cuestión: ¿qué sentido tiene que acaben saliendo los dos? Si José Francisco Muñoz se hubiera ido por llevarse mal con Patro Contreras, tendría sentido que saliera uno de ellos, pero no los dos.
A eso hay que añadir que, como se hizo público el año pasado, Muñoz comandó la presentación de un plan estratégico. Dicho plan fue aprobado y recibió el respaldo de la Asamblea General de Covirán. De ese modo, el desarrollo de los acontecimientos fue así: aprobación y respaldo del plan realizado por Muñoz, salida de Muñoz por desavenencias con Patro Contreras y renuncia de la propia Contreras a la presidencia, si bien continúa como consejera dentro del Consejo Rector, que fue respaldado por los socios para cuatro años más.
Más allá de esa polémica, existe la realidad de que ese plan estratégico está ahí, si bien quien lo ideó no lo va a llevar a cabo debido a su salida. Ante eso, las posibilidades están abiertas: la llegada de un nuevo director general que aplique ese plan, que Muñoz vuelva para hacerse cargo, que un nuevo director general diseñe un plan nuevo… Esta última posibilidad la descartan los expertos. “Se tarda un año en preparar un plan estratégico, ¿van a estar parados dos años con la competencia que hay?”, esbozan a Food Retail & Service.
“Si en 3 años hay muchos cambios, eso evidentemente refleja la evolución de la compañía”, y prosiguen: “Eso deja claro que no se está contento, ya sean los socios o bien el propio consejo”.
Gestión de socios vs gestión profesional
Además de estas incógnitas abiertas, existe consenso en que la gestión de cualquier tipo de cadena de alimentación requiere de profesionales cualificados, más allá de si se trata de una cooperativa o de otro formato de propiedad. “Cuando las cooperativas son pequeñas, se tiende a solucionar los problemas entre los socios. Cuando se hace más grande es imprescindible profesionalizarla, tanto en ámbitos directivos y también en el consejo”, explican a Food Retail & Service.
En este punto cabe señalar dos aspectos. El primero, que “cualquiera puede estar en el consejo, gente poco profesional y poco competente”, señalan. Según inciden, habrá decisiones que superarán la formación o la capacidad de los consejeros. La segunda cuestión es que, en una empresa normal, las competencias de los consejeros están bien definidas. En este caso, señalan que los consejeros “no miran por el global, miran por sus tiendas”, lo que acaba lastrando la marcha de toda la cooperativa.
En ese sentido, hay quien señala las presiones por parte de los consejeros para tomar ciertas decisiones que cruzan los límites de la ética. Las consecuencias son negativas tanto si se acepta tomar dicha decisión como si no. A la larga, se crea “un ambiente tóxico en el que cada uno acaba saqueando a su nivel todo lo que puede”. Y si no, el directivo en cuestión se pone en la diana de los consejeros.
Siguiendo esa lógica, se señala que la dirección profesional y cualificada resulta imprescindible. “Las compañías tienen que seguir modernizándose, aunque es cierto que los modelos cooperativos tienen más complicaciones para que los detallistas desarrollen sus tiendas”, describen a este medio. No obstante, también se dice que el modelo societario es muy válido y permite ser más eficiente que el modelo franquiciado.
Los consejeros y miembros del consejo tienen que ser mayoritariamente los socios cooperativistas, aunque pueda haber consejeros externos que apoyen el funcionamiento del consejo. En todo caso, lo que sí se necesita es un “buen equipo de ejecutivos”. “Los socios tienen que estar en el desarrollo de sus tiendas y, si hay elementos que los distraen, eso condiciona la marcha de la cooperativa", argumentan.
Covirán respalda su gestión
Contactada acerca de este asunto, desde Covirán señalan que la cooperativa “goza de una estabilidad absoluta”. Para la empresa, una muestra de esto es la elección reciente del nuevo presidente de la cooperativa, que se ha producido por unanimidad del Consejo Rector. Además, el hecho de que José Antonio Benito formara parte del consejo ejemplifica que “la continuidad del proyecto es patente”. En todo caso, hay que recalcar que esto es una obligación, es decir, para ser presidente se necesita ser miembro del consejo.
Por otro lado, desde la cooperativa indican que el Consejo confía “plenamente en la labor del Comité de Dirección y de los diferentes equipos que componen la cooperativa”. En cuanto al relevo en la dirección general, aseguran que se producirá “con todas las garantías, dentro de la normalidad que supone, para cualquier empresa u organización, contar con los mejores perfiles adaptados a cada puesto y a cada momento”.
En estas circunstancias, Covirán busca acabar con las turbulencias en la gestión, públicamente visibles desde la salida de Luis Osuna hace ya cuatro años, para construir un proyecto que trascienda el corto plazo. Entre las tareas más urgentes, el relevo de la dirección general.
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