Pocos consumidores perciben los cambios en el etiquetado
La información nutricional en los productos ya es obligatoria. Un 32% se fija en el dato de las grasas saturadas.
La información nutricional en los productos ha pasado a un nuevo nivel de importancia. Con el Reglamento 1169/2011 será obligatorio incluirla en todos los productos alimenticios a partir del 13 de diciembre de 2016. Deja de ser, por tanto, una cuestión voluntaria de las empresas.
No se trata de la única novedad incorporada recientemente en el etiquetado. La nueva reglamentación lleva incorporando novedades desde hace poco más de un año, con el fin de lograr un etiquetado más claro. Algunas de ellas tienen que ver con el tamaño de la letra, la procedencia de la materia prima y la introducción de la información sobre alérgenos en la lista de ingredientes.
Sin embargo, la mayoría de los consumidores no ha notado cambios en este canal de información en los últimos meses. Es la principal conclusión a la que ha llegado un estudio elaborado por Hispacoop (Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios), elaborado a través de una encuesta con más de 1.500 responsables de las compras del hogar en España, realizadas entre octubre y noviembre de 2015. Mil cuestionarios se hicieron vía telefónica. El resto, a través de la plataforma online de Eroski Consumer.
Así, el 63% de los encuestados y que habitualmente se fijan en el etiquetado de los alimentos no ha notado cambios. Quienes sí lo hicieron (un 36%) identifican varias modificaciones: en los ingredientes que causan alergias o intolerancias (un 17% lo ha percibido) y en la claridad de la información nutricional y el origen de vegetal de los aceites y grasas vegetales (un 10%, respectivamente).
También se destacan otros en menor medida: que los datos nutricionales están agrupados y se visualizan más fácilmente, que la información obligatoria está disponible y es accesible, que la palabra 'sodio' se ha sustituido por la de 'sal' y que ahora se comunica cuál es el país de origen o lugar de procedencia del producto o del ingrediente primario.
Como se ha mencionado, uno de los cambios más importantes de la nueva normativa se refiere a la obligatoriedad de la información nutricional. En la encuesta, un 72% de los responsables de compra confirmó que se fijaba en ella. ¿Y qué datos consideran los más relevantes? Un 32% se decantó por los relacionados con las grasas saturadas, otro 23% por el valor energético (las calorías), el 15% por las grasas trans y el 11% por los azúcares.
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