La seguridad alimentaria, una de las primeras prioridades del consumidor postpandemia
La fragilidad personal, económica y ambiental experimentada durante la pandemia ha creado un cambio de actitud en las personas, pasando de la preocupación al cuidado activo y al deseo de tomar decisiones para mantener seguros los alimentos, el planeta y las comunidades que lo habitan, según el ultimo informe Tetra Pak Index.
La pandemia mundial provocada por el Covid-19 ha hecho que los consumidores se replanteen la forma en la que viven y cambien, considerablemente, su forma de actuar, sacando a relucir nuevas preocupaciones o alterando el nivel de importancia que dan a algunas de ellas. En concreto, la inocuidad y la seguridad alimentaria ocupan, actualmente, un lugar destacado entre las prioridades de los consumidores. La pandemia ha puesto la salud en un primer plano, evidenciando los puntos débiles de nuestros sistemas alimenticios.
Así lo recoge el último informe Tetra Pak Index 2021, elaborado por Tetra Pak y por la empresa de investigación de mercados, Ipsos, que analiza las principales preocupaciones de los consumidores a nivel mundial.
Según este análisis, durante el último año, en España, los consumidores se han mostrado principalmente preocupados por los problemas económicos, siendo un aspecto que alarma al 60% de la población. Le sigue la preocupación por el Covid-19, mencionado por el 57% de la población, y los problemas medioambientales, considerados por el 44%.
A escala global, la fragilidad personal, económica y ambiental experimentada durante la pandemia mundial ha creado un cambio de actitud en las personas, pasando de la preocupación al cuidado activo y al deseo de tomar decisiones para mantener seguros los alimentos, el planeta y las comunidades que lo habitan.
La intranquilidad por la situación del medioambiente es también muy alta, con la contaminación y la basura plástica en los océanos como principal preocupación (83%). Le sigue de cerca el calentamiento global, mencionado por el 78% de los consumidores, el problema del desperdicio de alimentos (77%) y la accesibilidad a los alimentos, que preocupa al 71% de los encuestados. Al mismo tiempo, la mitad de los consumidores a nivel mundial ya reconocen el impacto que tienen sus decisiones cotidianas sobre el entorno natural.
"Los resultados arrojados en el informe de este año muestran un cambio práctico y cotidiano en el estilo de vida de los consumidores, que quieren marcar una diferencia positiva, mientras buscan un futuro más resistente y sostenible", señala Adolfo Orive, presidente y director ejecutivo de Tetra Pak. "También se ha percibido un aumento del interés por los valores tradicionales, por volver a lo clásico. La cocina casera, comer en familia o minimizar el desperdicio son algunos ejemplos. La pandemia ha reforzado el consumo responsable como tendencia clave, desde las elecciones y gestos que hacemos en nuestra propia casa, a los comercios en los que decidimos comprar", ha añadido.
"Para saber dar respuesta a estas nuevas tendencias y necesidades se requiere de un enfoque a largo plazo y de la colaboración de todas las partes interesadas. La ONU ya ha llamado a la década de 2020 la 'Década de la Acción', enfatizando la necesidad de actuar ahora. En Tetra Pak creemos que los sistemas alimentarios del mundo deben transformarse para satisfacer las necesidades de la sociedad, mejorando la seguridad alimentaria y reduciendo el impacto sobre los recursos naturales. Por eso, centramos nuestro trabajo en tres objetivos clave: garantizar el acceso a alimentos nutritivos y seguros; reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, y construir cadenas de valor más sostenibles", ha subrayado Orive.
UN CONSUMO RESPONSABLE
La privacidad de libertad y elección a la que nos hemos visto sometidos durante los últimos 20 meses, sumado a una mayor preocupación por la salud, el medioambiente y por el gasto, ha hecho que los consumidores estén ahora más pendientes de su propio bienestar físico y mental, que presten más atención a los alimentos que compran y que reciclen menos y produzcan menos residuos. De hecho, este cambio de actitud ha llevado a los consumidores a recuperar el hábito de cocinar más en casa.
Según los datos recogidos en el citado informe, en España, la principal razón por la que la población se decanta por comer en casa es para poder seguir una dieta más saludable (mencionado por un 60% de los encuestados). La segunda razón mencionada es que, de esta manera, se ayuda a reducir el desperdicio alimentario (28%). De hecho, el 76% de los españoles ha manifestado su intención de intentar minimizar el desperdicio de alimentos mientras cocina.
Pero al mismo tiempo, al pasar más tiempo en los hogares, la huella de los residuos domésticos se ha hecho más visible. Para poner remedio a esta situación, los consumidores de todo el mundo declaran estar cambiando sus rutinas: más de la mitad de los encuestados (55%) planifican sus comidas más cuidadosamente, para evitar el desperdicio, mientras que el 46% afirma estar haciendo, desde la pandemia, un mayor esfuerzo a la hora de separar adecuadamente los residuos de cartón, vidrio y plástico, para su posterior reciclaje. Además, la mitad de los consumidores pone de manifiesto su intención de reciclar más el próximo año, como parte de su contribución personal a la lucha contra el cambio climático.
Los consumidores también esperan que sean las empresas las que lideren el cambio y les ayuden a mantener los nuevos hábitos que están adquiriendo. El 35% de los consumidores declara que, actualmente, adquiere más marcas comprometidas con la sostenibilidad que antes de la pandemia. Asimismo, uno de cada dos está de acuerdo con que el respeto al medioambiente debe ser una prioridad para las empresas de envasado de alimentos. Y el 61% de los encuestados espera que sean las empresas de alimentación y bebidas las que lideren este camino hacia la búsqueda de soluciones a la crisis medioambiental.
LAZOS MÁS FUERTES
Por otro lado, más allá de la familia o los amigos, la pandemia ha reforzado los lazos entre personas de una misma comunidad y los individuos muestran un mayor esfuerzo a la hora de contribuir positivamente en las sociedades en las que habitan. El estudio muestra que el 32% de las personas ya trabajan activamente en su comunidad para reducir el desperdicio o defender las causas medioambientales.
Los consumidores buscan formas de superar la fragilidad y pasar a la resiliencia en sus propias vidas. Desde el comienzo de la pandemia, han experimentado cambios radicales y rápidos, para mejorar su propio bienestar físico y mental, mediante la elección de la dieta o los ingredientes. Pero lo que claramente está aquí para quedarse es que los consumidores están adoptando nuevas medidas en sus propias vidas para construir un futuro más sostenible, y esperan que las empresas hagan lo mismo y les ayuden en esta misión.
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