Vino sin alcohol: ¿tendrá el mismo éxito que la cerveza sin alcohol?
El análisis del experto del sector de alimentación Enrique Rodríguez.
El vino sin alcohol. ¿Tendrá el mismo éxito que la cerveza sin alcohol?
Por el momento todo apunta a que no. El vino sin alcohol, por lo menos en España, está lejos de gozar de la popularidad de la cerveza SIN. No obstante, no debemos descartarlo tajantemente puesto que hay movimientos en el sector.
Para empezar, técnicamente es muy complejo elaborar tanto cerveza como vino sin contenido alcohólico. Si bien es cierto que la tecnología ha evolucionado de tal manera que ya podemos encontrar cervezas SIN de una calidad equiparable e incluso superior a una cerveza tradicional, en el caso del vino todavía queda mucho por hacer. Los todavía pocos vinos de este tipo que llegan a nuestro mercado son bastante decepcionantes, tienen una calidad organoléptica muy baja (en comparación con el vino tradicional) y no convencen ni a los bebedores de vino de siempre ni a los recién llegados.
El aumento del consumo de vinos sin alcohol será de un 7% anual hasta 2027 según IWSR, consultora con base en Reino Unido y que analiza la categoría de bebidas alcohólicas a nivel mundial desde hace más de 50 años. Sin embargo, las cifras siguen siendo muy bajas, el vino sin alcohol apenas representa un 3% del total de vino consumido en el mundo por el 7% de la cerveza SIN.
Las grandes cerveceras han visto claramente que las cervezas sin alcohol son un buen segmento donde crecer y apostaron plenamente por ellas poniendo, en muchos casos, su poderosa maquinaria de marketing al servicio de esta nueva categoría. No sucede así con las bodegas de vino, donde ni siquiera las grandes confiaron en esto del 0% alcohol. A día de hoy apenas podemos ver el lanzamiento de una referencia en alguna bodega grande o la aparición de alguna empresa nueva que comienza en este segmento de forma muy residual.
Otra diferencia es el marcado carácter innovador de las cerveceras con un mercado muy dinámico y que sabe muy bien leer la demanda de sus clientes. Por contra, el vino representa un mundo muy tradicional, con poca innovación y con un "tufillo" algo snob.
¿Qué se puede hacer? En mi opinión aprovechar el camino que ha abierto el mundo de la cerveza y apostar claramente (en el vino) por este nuevo mercado. Si más bodegas, especialmente las de mayor tamaño, confían en el vino sin alcohol, se crearán innovaciones tecnológicas que facilitarían la creación de bebidas de mayor calidad a precios competitivos. Segmentar este tipo de vinos a un cliente más joven o con un estilo de vida en que el alcohol no tiene cabida. Desterrar, de una vez, el halo elitista que rodea al vino y rejuvenecerlo. Crear algo nuevo. Es el camino.
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