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A vueltas con los ¿beneficios? de la cerveza

Un nuevo estudio recomienda el consumo moderado de esta bebida. Otros análisis siguen recordando que, en exceso, supone un riesgo para la salud.

Redacción

01 de febrero 2019 - 17:35

Jóvenes brindando con cerveza
Jóvenes brindando con cerveza / Archivo

De nuevo, volvemos a la conveniencia o no de consumir determinados tipos de bebidas alcohólicas. Si hace poco os hablábamos del vino, con sus pros y sus contras, ahora le toca el turno a la cerveza, muy interiorizada en las costumbres del arco mediterráneo. No en vano, el 20% de las visitas a bares, restaurantes, cafeterías y locales de comida rápida en España, incluye el consumo de, al menos, una de ellas. Un porcentaje que llega a duplicarse en el caso de los bares de tapas, donde la cerveza está presente en el 41% de las comandas. Pero ¿cuántas 'cañas' conviene tomar? ¿Es mejor no generalizar su consumo aunque sea moderado? Veamos.

Según el estudio PREvención con DIeta MEDiterránea presentado en el Congreso Autonómico de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), los antioxidantes contenidos en bebidas fermentadas, como la cerveza, podrían ejercer efectos protectores frente a la aparición de enfermedades cardiovasculares.

Esta investigación, liderada por Ramón Estruch, consultor senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona, y publicado en revistas de prestigio internacional como Atherosclerosis y Nutrition Metabolism, apunta que el consumo moderado y regular de cerveza, en las comidas principales, "podría ejercer un efecto protector" en la aparición y progresión de la arteriosclerosis, es decir el endurecimiento de los vasos sanguíneos por la acumulación de grasa, así como sobre diferentes factores de riesgo cardiovascular, especialmente en la población con riesgo vascular moderado-alto.

Durante la realización del estudio se observó que la composición corporal (peso, índice de masa corporal y relación cintura-cadera) de las personas participantes no se vio afectada tras el consumo moderado de cerveza.

"La cerveza es una bebida fermentada, elaborada a partir de ingredientes naturales, que contiene vitaminas y minerales, además de ser fuente de compuestos bioactivos como los polifenoles"

"La cerveza es una bebida fermentada, elaborada a partir de ingredientes naturales, que contiene vitaminas y minerales, además de ser fuente de compuestos bioactivos como los polifenoles. El consumo de alimentos ricos en este tipo de compuestos podría ayudar a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas o diabetes". Así, "el consumo moderado de bebidas fermentadas podría ser una opción para acompañar a las comidas en el marco de una Dieta Mediterránea, siempre que se realice por adultos sanos", según Estruch.

SALUD INTESTINAL

Asimismo, las últimas evidencias científicas sobre la influencia del consumo moderado de cerveza en la microbiota intestinal se han presentado recientemente en el XI Congreso de la Sociedad Internacional de Inmunonutrición celebrado en Londres.

La doctora Ascensión Marcos, directora del Grupo de Inmunonutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), asegura que los resultados de esta investigación muestran que la "moderación" en la ingesta de las bebidas fermentadas podría implicar una "mayor diversidad bacteriana", lo que está "relacionado con una mejor salud intestinal y en consecuencia metabólica", señala esta experta.

"En mayores de 65 años se ha visto que el consumo moderado de bebidas fermentadas, como el vino y la cerveza, podría presentar una mejor situación metabólica que podría estar relacionada con un menor riesgo cardiovascular", precisa la doctora Marcos.

El consumo moderado supone la ingesta de una o dos cañas al día para las mujeres y de dos o tres para los hombres

Ahora bien, ¿qué es un consumo moderado? Se entiende como tal la ingesta de una o dos cañas al día para las mujeres y de dos o tres para los hombres. El consumo moderado de bebidas fermentadas puede formar parte de una alimentación saludable dentro de la Dieta Mediterránea actual, por las propiedades que les confieren su baja graduación alcohólica y las materias primas con las que están elaboradas. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol se asocia con un mayor riesgo de enfermedades agudas (lesiones accidentales) y crónicas (cardiovasculares, cáncer, entre otras).

PREVENCIÓN DEL ALZHÉIMER

Otro estudio dirigido por María José González, catedrática de Toxicología de la Universidad de Alcalá de Henares, muestra también que el consumo moderado de cerveza puede prevenir el desarrollo de la enfermedad de alzhéimer gracias a su alto contenido en silicio. Esta sustancia es capaz de paliar los efectos neurodegenerativos inducidos por la intoxicación crónica de aluminio en el cerebro.

La investigación demostró así que la ingesta de la cerveza tradicional, con alcohol, en dosis moderadamente elevadas (una caña al día en el caso de las mujeres y el doble en el de los hombres), revertía la neurotoxicidad del aluminio, debido a su alto componente en silicio. Pero también se analizó el efecto de esta bebida fermentada sin alcohol, concluyendo que, en este caso, y se determinó que también es capaz de contrarrestar el aluminio, aunque en menor medida.

La cerveza es bebida "muy completa" al contar con muchas sustancias que son "antioxidantes"

González también asegura que el consumo moderado de cerveza tiene "otras ventajas" para la salud, ya que es una bebida "muy completa" al contar con muchas sustancias que son "antioxidantes", como los polifenoles, además de vitaminas, minerales y lúpulo.

EL PROBLEMA: EL ABUSO

En todo caso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone el acento en esta cuestión en el abuso de las bebidas alcohólicas. Una unidad de bebida estándar corresponde a una cerveza o una copa de vino. Según esto, la OMS establece un límite en el que el alcohol es asimilable por un organismo o considerado de bajo riesgo de tres unidades para los hombres y dos para las mujeres al día. "Pasa a ser perjudicial para la salud cuando superamos esta cifra, que sin duda lo hacemos habitualmente con creces", explica José Luis Rabadán, médico especialista de la Red de Atención a las Adicciones (UNAD).

Los perjucios, desventajas y efectos secundarios del abuso de este tipo de bebidas están claros y pueden pasar una factura muy alta tanto por su contenido en calorías como por su aporte de alcohol. Entre sus contraindicaciones, destacan las relacionadas con dicho contenido alcohólico (alteraciones hepáticas, necesidad de consumir medicamentos no compatibles con el alcohol, etc.).

Una investigación de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) ha demostrado que un consumo excesivo de alcohol provoca un "cambio genético" que conlleva mayor deseo de beber

Además, una investigación de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) ha demostrado que un consumo excesivo de alcohol provoca un "cambio genético" que conlleva mayor deseo de beber. En un experimento, los bebedores vieron imágenes relacionadas con el estrés, neutrales o relacionadas con el alcohol. También se les mostraron recipientes de cerveza y posteriormente probaron cerveza, y se evaluó su motivación para beber. El resultado: los cambios provocados por el alcohol en los genes de atracones y bebedores de alcohol se asociaron con un mayor deseo por el alcohol.

En suma, numerosos estudios avalan el consumo de cerveza siempre que sea, eso sí, "moderado" aunque también alertan de los claros riesgos para la salud si uno se excede. En fin, que en la moderación está la virtud, como ocurre con casi todo.

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