Cuando Michelle Anderson-Sims, directora general de Wiag Global, descubrió el concepto de copa de vino ‘precargada’ en el metro de Londres durante un viaje a Europa en 2012, rápidamente se dio cuenta de las ventajas que una copa totalmente reciclable precargada con vino australiano de primera calidad podía ofrecer tanto a los consumidores como a los distribuidores.

A partir de esta idea, Anderson-Sims decidió emprender un proceso de aprendizaje largo y duro, "con muchos fracasos por el camino", como ella misma reconoce, pero que ha cristalizado en una empresa que, con un volumen de negocio que ya registra los seis dígitos, se está expandiendo rápidamente por todo el mundo: Nueva Zelanda, China, Japón, Corea, Singapur, Hong Kong, Dinamarca y Colombia son algunos de los países a los que exporta.

El concepto es sencillo: poder disfrutar de una copa de vino en cualquier lugar, sin necesidad de tener que abrir una botella y sin preocuparse de llevar copas o tener que beberlo en vasos de plástico. Fabricados con PET alimentario de alta calidad, el vaso de 187 ml o copa de Wine in a Glass (Wiag) tienen el aspecto, el tacto y el peso de una copa de vino "de verdad".

Este novedoso envase monodosis, totalmente reciclable y reutilizable, ofrece un perfecto sellado para mantener la calidad del vino.

Además, este envase monodosis es totalmente reciclable y reutilizable, y ofrece un perfecto sellado para mantener la calidad del vino y ofrecer una vida útil de entre 15 y 18 meses para los vinos blancos y de más de 2 años para los tintos. "Nuestras copas son resistentes y tienen el aspecto y el tacto del cristal auténtico, además de ser seguras", sostiene Michelle.

Servir a cinco mil personas en 15 minutos

Por esta comodidad, así como por los rápidos tiempos de servicio que ofrece para establecimientos o espectáculos muy concurridos, Wiag ha logrado captar el interés del mercado de la industria de eventos. Ya en 2018, fue contratada en los Juegos de la Commonwealth para ser la única proveedora de 250.000 copas de vino australiano en el evento. Tampoco resulta extraño, a día de hoy, beber estos vinos australianos predosificados en algún partido celebrado en los estadios The Gabba o Etihad, o en el marco de algún festival o concierto de estrellas internacionales como Adele o Red Hot.

"Estamos llenando un vacío", explica la empresaria. "Cuando hay que servir a cinco mil personas en un tiempo de 15 minutos, la rapidez del servicio se convierte en un factor crítico, y nuestro vino preenvasado puede ayudar a resolver este problema", añade.

Sus múltiples variedades pueden adquirirse en packs de 4, 12 y 24 unidades.

Con planta de fabricación en la ciudad australiana de Echuca, la compañía vende sus vinos monodosis -blancos, tintos y rosados, disponibles en packs de 4, 12 y 24 unidades, estas últimas de una sola variedad o mixtas- a través de su sitio web, aunque la mayoría de las ventas se realiza a través de distribuidores en Australia y en todo el mundo. En este sentido, Michelle admite que es una desventaja estar lejos de Melbourne, pero asegura que LinkedIn y las redes sociales en general, acompañadas de una buena dosis de creatividad, "han ayudado a la empresa a crecer".