Los españoles progresan muy lentamente en la gestión del desperdicio alimentario

Los hogares españoles consiguieron reducir el 0,4% la tasa de desperdicio alimentario en 2020, situándola en el 4,3%, es decir que 4,3 de cada 100 kilos/litros comprados acabó en la basura en un año marcado por la pandemia que incrementó considerablemente los momentos de consumo en casa. Un año antes, en 2019, la tasa de desperdicio era del 4,7%, por lo que el consumidor español ha mejorado ligeramente en este aspecto.

Las familias compraron 31.878,7 millones de kilos, el 11,2% más que en 2019, debido al confinamiento, y tiraron a la basura 1.363,75 millones de kilos, el 0,8% más que en 2019, si bien se trata de un "moderado aumento" del desperdicio en comparación con el "fuerte" incremento de las compras para el hogar, según ha detallado este lunes el director general de la Industria Alimentaria, José Miguel Herrero.

Tres de cada cuatro hogares tiraron alimentos o bebidas al cubo de basura el año pasado (unos 13 millones de casas), aunque hay 700.000 hogares nuevos que en 2020 no desperdiciaron nada según el Informe Anual de Desperdicio Alimentario que ha sido presentado este lunes en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Cada español tiró a la basura 31 kilos/litros de comida y bebida

Cada español arrojó a la basura 30,93 kilos el año pasado (+1,6 kilos frente a la tasa de 2019). Los hogares con menores de 50 años, con niños de cualquier edad y de "zonas cálidas" (sur o Levante) son el prototipo de los que más desperdician.

En 2020, el 76,2% de los alimentos tirados estaba sin utilizar y el 23,8% restante provenía de platos preparados; eso refleja un mejor aprovechamiento de los productos comprados y un mayor desperdicio de las recetas, en la comparativa con 2019.

Herrero ha recordado en ese sentido la importancia del confinamiento que llevó a la elaboración de más recetas en casa.

Frutas y hortalizas, salsas y platos preparados (como sopas o cremas) son lo que más acaban en la basura en volumen; sin embargo, porcentualmente los que más incrementaron su desperdicio fueron los platos a base de carne (+47,3%); potajes y cocidos (+44,8%), sopas y purés (+41,1%) y platos a base de arroz (+32%).

Además, el 55% de los hogares ha hecho comidas más especiales en 2020 (+12,3 %) y el 56% suele congelar parte de lo que ha cocinado (-2,8%).

EL DESPERDICIO EN BARES Y RESTAURANTES

El informe recoge por primera vez el desperdicio en bares y restaurantes, en concreto, aquello que los clientes se dejan sin consumir en el plato o en el vaso.

Así, el año pasado se desperdiciaron 25,7 millones de kilos/litros en consumo extradoméstico y el 40% de los consumidores asegura hacerlo.

Eso supone 0,75 kg/litro de desperdicio per cápita en los bares, donde se produce un mejor aprovechamiento de las bebidas y peor de los alimentos. Son datos que hay que situar en el contexto de un año "muy anómalo" por la covid-19 que mantuvo la hostelería cerrada o con restricciones durante "muchos meses".

Para Herrero, el hecho de que se desperdicie menos en el bar se debe a que el consumidor tiene la visión de que el producto "tiene un valor porque está pagando por ello" y por eso ve importante lanzar el mensaje de que "volvamos, entre todos, a dar el valor a los alimentos que nunca debieron perder".

Por otro lado, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha presentado durante el acto la nueva campaña de Alimentos de España "Aquí no se tira nada". Se desarrollará en junio con el objetivo de "sumar fuerzas" para luchar contra el desperdicio alimentario porque es "una necesidad social que tenemos que asumir todos". El ministro ha avanzado que quiere llevar en los próximos meses al Consejo de Ministros un proyecto de ley contra el desperdicio de alimentos que obligará a reaprovechar "todos" los productos que se retiran del mercado y fomentar la donación y distribución alimentaria.