Josep Ametller: "Si no podemos producir en el bajo Llobregat, lo haremos en Valencia o en Murcia"

Los fundadores de Ametller Origen, que iniciaron su andadura en un puesto semanal de frutas y verduras en el mercado de Vilafranca del Penedès (Barcelona), tienen muy claro dónde está su lugar.

En la reciente batalla entre las administraciones y los agricultores, toman partido por estos últimos, a quienes consideran castigados por la excesiva burocracia. "Nosotros éramos uno de estos pequeños agricultores hace unos años, y no teníamos estructura para hacer según qué tareas burocráticas", explica Josep Ametller, director general y cofundador de Ametller, ante los micrófonos de La Ser Catalunya.

"Nosotros tenemos la suerte de haber invertido en mucha estructura, porque ya tenemos más envergadura y podemos amortizarlo, pero entendemos, empatizamos y creemos que se debe ayudar al pequeño agricultor para que pueda adaptarse a las normativas", ha señalado.

En opinión del directivo, se deben conciliar las preocupaciones medioambientales con las condiciones diarias de los trabajadores del campo. "Queremos ser líderes en controles fitosanitarios, lo que está muy bien, pero hay que ayudar al pequeño agricultor a nivel de recursos para que pueda hacerlo de una manera viable para su explotación".

En este sentido, reivindica el trabajo de Ametller, que ha apostado en "ayudar al pequeño agricultor y dotarle de recursos de gestión para que pueda dedicarse a la actividad que realiza; aprovechamos nuestras dimensiones para solventar estas brechas a nivel de gestión administrativa. Yo siempre recomiendo a los agricultores que se unan o se ayuden de estructuras más grandes para mitigar estos costes de gestión".

Proximidad, una política a debate

Por otro lado, Josep se ha referido al debate acerca de los criterios de proximidad que sigue Ametller Origen, en los que algunos han querido ver trazas nacionalistas.

"Siempre defiendo que si podemos hacer unas acelgas en el bajo Llobregat no las haremos en Huelva o Murcia, y siempre aplicaremos el sentido común; hay que vigilar de no hacer demagogia que se pueda volver en nuestra contra", ha justificado.

Su solución es clara: "se debe producir siempre lo más cerca posible al punto de venta, y cuando no sea posible hacerlo en el bajo Llobregat lo haremos en Valencia o en Murcia", ha reivindicado. "Por supuesto, la piña viene del extranjero; el mango viene de Málaga; los plátanos, de Canarias, etc.".

"Queremos cambiar el mundo vendiendo acelgas, y tratamos la sostenibilidad como un eje central de nuestro propósito. Proyectos como Agroparc vienen a demostrar esto, y económicamente es viable. Ayudará a escalar; no es sólo por filosofía sino desde un criterio económico".