Mercadona cumple cinco años en Portugal, donde sueña con alcanzar una posición tan cómoda como en España
Su adaptación a las particularidades del mercado portugués, clave en su rápida implantación. La enseña factura 2.770 millones en el país vecino, donde inaugurará a final de año su centro logístico más grande hasta la fecha. En breve duplicará su ritmo de aperturas anuales.
El primer supermercado de Mercadona en Portugal abrió sus puertas un 2 de julio de 2019 en Vila Nova de Gaia (Oporto) y, desde entonces, la enseña que preside Juan Roig no ha dejado de acelerar el ritmo de su expansión en el país vecino.
Ahora su foco está puesto en avanzar hacia las regiones del centro y de Lisboa, el área más rica y poblada de Portugal.
Con los datos sobre la mesa, su estrategia parece estar funcionando. Después de varios años en pérdidas, la filial portuguesa de Mercadona, Irmadona, declaró por primera vez beneficios en el ejercicio 2023, en el que logró facturar 2.770 millones de euros en ventas.
La enseña valenciana ha invertido a lo largo de estos cinco años más de mil millones de euros, lo que le ha permitido establecerse con 50 puntos de venta y un centro logístico en Póvoa de Varzim (área metropolitana de Oporto).
Pero eso no es todo. En la segunda mitad del presente curso inaugurará un segundo centro logístico en Almeirim (Santarém), en el que ha invertido más de 250 millones de euros y que se convertirá en el centro más grande de la compañía en la península ibérica.
La enseña considera este segundo centro como uno de los pilares fundamentales en su expansión futura, concentrada en el centro del país siguiendo el modelo en 'mancha de aceite', es decir, alrededor de plataformas logísticas ya establecidas hasta saturar el mercado.
"Aún nos queda mucho por hacer para convertirnos en la empresa portuguesa que queremos ser en Portugal", ha asegurado Inês Santos, directora de Relaciones Institucionales en el país vecino.
Mercadona en Portugal, una historia de adaptación al medio
Parte del éxito de Mercadona en Portugal consiste, precisamente, en su capacidad para adaptarse a las particularidades de sus nuevos clientes.
Como antesala de su desembarco, la enseña inauguró un centro de coinnovación en Matosinhos (norte) en 2017, destinado a adaptar su oferta a los hábitos y preferencias del público portugués.
En estos cinco años ha hecho un esfuerzo por trabajar con proveedores portugueses, a los que ha realizado compras por valor de 3.000 millones de euros, e incluso ha comercializado productos lusos en suelo español.
"Mercadona ha avanzado y ha aprendido mucho al entrar en el mercado portugués, que es muy competitivo", ha señalado Inês Santos, que valora estos cinco años como "un buen comienzo y una motivación para seguir construyendo un proyecto de crecimiento compartido y sostenible".
A día de hoy, Mercadona cuenta con el 8% de cuota de mercado en el país vecino, pero las declaraciones de Juan Roig durante la presentación de resultados de 2023 revelan una ambición mucho mayor.
"Iremos a otro país cuando Portugal esté tan controlado como España", llegó a confesar el presidente de la compañía. Si por esto se entiende que aspira a conquistar una cuota de mercado similar, debería triplicar su parque de tiendas hasta alcanzar los 150 puntos de venta.
Al ritmo actual de 10-11 aperturas por año, tardaría diez años.
Sin embargo, fuentes bien informadas anticipan que duplicará su ritmo de expansión hasta las 20 aperturas anuales, lo que podría llevarle a ser líder en 2030.
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