¿Se acerca una crisis de volúmenes de venta en la distribución alimentaria?

Entre empresarios y analistas económicos la posibilidad de una nueva crisis económica circula desde hace meses sin que haya llegado a concretarse del todo. Al menos, no todavía.

Dollar General, discounter que cuenta con más de 20.000 establecimientos en Estados Unidos, advertía recientemente de que los estadounidenses de menores ingresos comienzan a tener dificultades en llegar a fin de mes.

La enseña ha observado que sus ventas descienden drásticamente en la última semana de cada mes, lo que podría indicar que el colchón de ahorro acumulado por estos hogares durante los meses de pandemia comienza a agotarse.

Otras cadenas como Walmart no han experimentado dificultades de este tipo, mientras que discounters como Lidl, en nuestro país, están dando síntomas recientes de recuperación.

Como suele suceder en estos casos, los indicios son múltiples, contradictorios y difíciles de interpretar.

En España, la tímida recuperación de los volúmenes tiene matices interesantes.

El tráfico, resultado de sumar el número de compradores y su frecuencia de compra, ha avanzado el 4,7% en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 11 de agosto de 2024 (última fecha disponible), según datos de Algori.

Sin embargo, el tamaño de la cesta de la compra medido en unidades ha menguado el 2% durante el mismo periodo, lo que sugiere que los españoles todavía practican estrategias para controlar su presupuesto y reducir el desperdicio alimentario propias del periodo inflacionario.

Compran más a menudo, pero sus cestas son más pequeñas, lo que debería ser suficiente para matizar la supuesta 'normalización' en los volúmenes, aún por debajo de los niveles preinflación.

Al mismo tiempo, las categorías no alimentarias que permanecieron estancadas durante la coyuntura inflacionaria están creciendo más en los últimos meses, lo que sugiere que los consumidores, en alguna medida, hemos "soltado el freno de mano y hemos pasado al freno de pie", como explica de manera muy gráfica Xavier Cros, experto de Across The Shopper.

"No sé si vamos a recuperar todos los volúmenes perdidos, pero, para recuperar una parte, los fabricantes y distribuidores tendrán que ser muy precisos", advertía Cugat Bonfill, director de Insigths de Algori, el pasado mes de julio.

La inflación, en descenso, ayuda a los volúmenes

Un factor que podría mejorar la situación de amplias capas de la población y por tanto impulsar los volúmenes de venta es el descenso de la inflación. En las últimas cuatro semanas que finalizan el 11 de agosto (último dato disponible), la evolución de los precios es negativa por primera vez en casi dos años.

En el periodo transcurrido entre el 1 de enero y el 11 de agosto de 2024, los precios por unidad se han incrementado sólo el 1,6%. Al mismo tiempo, la inflación se ha moderado al 2,2% en agosto respecto al mismo mes de 2023, según ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 29 de agosto.

De esta forma, la inflación suma tres meses consecutivos a la baja (en mayo se situaba en el 3,6%) y retrocede a niveles no vistos desde junio de 2023. Por su parte, el gasto de los hogares ha aumentado el 3,6% en lo que llevamos de año, según Algori.

José Antonio Latre, consultor y experto en el sector alimentario, considera que a tenor de los datos del ICM (Índice de comercio minorista), que sugieren una moderada correlación entre menor inflación y más volúmenes, no se puede hablar de crisis de volúmenes.

Sin embargo, el expero cree que esta no es necesariamente la batalla que interesa a los distribuidores. Recomienda que, "más allá de la legítima batalla por la cuota de mercado", se centren en "recomponer los márgenes, todavía dañados por al crisis inflacionaria". En un contexto de gran incertidumbre económica, contar con un balance de cuentas saneado es más importante que nunca.