Los hogares con niños gastan el 40% más en el supermercado

Una familia con menores de 12 años gasta al año de media más de 3.000 euros en productos de alimentación (sin contar frescos), bebidas, perfumería y droguería. Esto supone el 40% más de gasto que un hogar sin niños, según el informe Shopper Trends de Nielsen realizado con motivo del salón Alimentaria 2016.

En cambio, los hogares de un solo miembro gastan de media anual más de 1.700 euros en la compra (si bien el gasto por persona es similar al de un hogar medio de dos o tres personas). Esta es una cantidad inferior en más de 500 euros al gasto medio de cualquier hogar en España, que se sitúa cerca de 2.300 euros al año.

Aun así, si algo identifica a uno y otro tipo de consumidores es la frecuencia con la que se realiza la compra, en torno a dos o tres veces a la semana, aunque casi la mitad de las ventas se producen durante el fin de semana, según este estudio.

Y en esa actitud recurrente tienen mucho que ver los productos frescos, algo por lo que la cesta de los españoles se difiere de la mayoría de países europeos, puesto que representa hasta una tercera parte de su gasto y requiere, por su carácter perecedero, de más visitas a tienda.

La compra online es otra de las opciones que cada vez se emplea más. El 12% de hogares llena su despensa en los lineales digitales en algún momento del año. La media de compras online de gran consumo en España es de tres al año, y suelen ser compras voluminosas. No obstante, Internet es visto también por los españoles como una interesante fuente de información.

El informe pone de relieve igualmente que los españoles se esfuerzan en encontrar la alternativa de mercado más eficiente para gastar su presupuesto en lo que realmente les interesa. Siete de cada diez planifican la compra, pero en la tienda acaban adquiriendo productos que no estaban inicialmente previstos. Esos productos de impulso se están ganando un hueco cada vez mayor en la cesta de la compra. Además, el 38% busca activamente la promoción en su lugar de compra habitual y uno de cada diez pagaría más por productos respetuosos con el medio ambiente y ecológicos.