Lineales vacíos y aceite de girasol con alarma, huellas en el súper de la huelga del transporte y la guerra
Los supermercados, pero también numerosos fabricantes y sectores industriales relacionados con la alimentación, están "al límite" y sufriendo las consecuencias de estos conflictos.
La guerra de Ucrania y la huelga de transportistas en España está poniendo al sector de la alimentación en un serio aprieto. De hecho, a pesar de la llamada a la calma de algunos distribuidores (como Lidl o Mercadona), lo cierto es que el desabastecimiento se empieza a hacer visible en los lineales de ciertos productos en los supermercados.
Ejemplo de ello son estas imágenes que os mostramos del supermercado Mercadona de la calle Alcalá y que corresponden a este pasado sábado.
ACEITE DE GIRASOL CON ALARMA
Otra imagen que llama nuestra atención en que recogen algunos internautas en redes sociales y que muestran botellas de aceite de girasol con alarma.
Como os hemos venido contando, este producto ha escaseado a consecuencia de la guerra en Ucrania, país desde el que España recibe el 62% del aceite de girasol que utiliza. Además, la compra compulsiva de los ciudadanos ha sido otro factor que incluso ha llevado a algunas cadenas a limitar el número de unidades a la venta.
CIERRE DE DOS SÚPER LIDL
La falta de suministro ha afectado incluso a la apertura de algunos supermercados físicos. En concreto, la cadena alemana Lidl comunicaba el pasado viernes que sus tiendas de las calles Ezcurdia y Pérez de Ayala de Gijón (Asturias) se veían obligadas a cerrar sus puertas durante toda esa jornada, si bien el sábado abrían ya al público.
Fuentes de una importante enseña han señalado a FoodRetail & Service que, de mantenerse esta situación, puede derivar en escasez, incluso, de alimentación seca. La ausencia de leche o harina es ya una constante en numerosos establecimientos.
LA INDUSTRIA ALIMENTARIA SE RESIENTE
La industria alimentaria también se resiente. El pasado 18 de marzo, Hijos de Rivera informaba también de que no recibía materias primas ni suministros básicos desde el pasado lunes 14 de este mes en su fábrica de cerveza de Estrella Galicia y de sidras Maeloc, a raíz del paro en el transporte y aseguraba que ello "podría suponer la paralización total de la actividad fabril".
En todo caso, la compañía afirma en sus redes sociales que no está dispuesta a rendirse.
Por su parte, la industria láctea española ha manifestado encontrarse en una situación "límite" que afecta a la normalidad en el funcionamiento de sus fábricas debido a la huelga indefinida de transportes.
Su capacidad para transformar y envasar producto "sigue reducida" ante una falta "total o parcial" de materias primas y materiales, según fuentes de la federación de industrias lácteas.
Tampoco es buena la situación de Azucarera Española, que el pasado jueves anunciaba la paralización de su planta en Jerez de la Frontera (Cádiz), la única fábrica de azúcar que opera todo el año en España.
"Este cierre supondrá un elevado coste para la compañía debido a la complejidad que supone la parada de una fábrica de este tipo", precisaba la compañía.
Asimismo, el Comité de Productos del Mar de Aecoc -que integra a empresas del sector de todo el país- reclamaba la pasada semana el cese de las "coacciones y acciones violentas" que se estaban produciendo contra los transportistas no adheridos al paro del transporte, especialmente en el Norte de España y en Andalucía, dificultando el suministro de pescado fresco en todo el país.
"Especialmente preocupante es la situación en Galicia donde los buques de altura están descargando sus capturas en los puertos y ahora no pueden redistribuir una mercancía destinada al conjunto del país. En el caso de Andalucía, la flota de bajura se ha visto obligada a amarrar los buques en muchos puertos pesqueros al no tener garantizada la venta de las capturas diarias", señalaba.
Otro sector que alertaba del peligro que puede conllevar la huelga es el de la restauración colectiva, responsable de dar de comer en comedores escolares, universitarios, empresas, hospitales o residencias. A finales de la pasada semana ponía en acento en el riesgo de paralización de su actividad diaria si no se resuelven a tiempo los problemas de suministro de algunos productos básicos que se han visto agravados por estos paros.
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