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¿Cómo podría afectar la pandemia a la desplastificación del retail?

Eusebio Martínez de la Casa - Presidente de Recircula. El coronavirus ha marcado un antes y un después en el sector del plástico. Este material solía tener muchos detractores, y mayor aún era la conciencia social que se había creado en contra del plástico de un solo uso. Sin embargo, llevamos semanas viéndolo como un elemento protector, un aislante relacionado con la higiene y la salud. Surge la duda de si se desandará lo andado para perjuicio del medioambiente.

Redacción FRS

01 de junio 2020 - 16:18

Residuos plásticos
Residuos plásticos / Archivo

(NOTA ACLARATORIA: Este artículo fue escrito cuando el confinamiento consecuencia del estado de alarma apenas llevaba un mes en vigor. De ahí la localización temporal que el autor hace de los acontecimientos y las citas bibliográficas y de hemeroteca).

El repaso a la prensa en el vigesimoquinto día de confinamiento es estremecedor. Si el número de vidas sesgadas por el Covid-19 ya era terrible, aún mayor estremecimiento me provoca leer “Las autonomías calculan que el número de fallecidos duplica al oficial” (El Mundo). También son muy preocupantes los titulares económicos: “La peor crisis desde la II Guerra Mundial: en 3 meses, se perderán 230 M de empleos” (El Confidencial); “CEOE estima un impacto económico mayor del previsto con una caída de hasta el 9% del PIB y 900.000 personas más en el paro” (El Mundo); “Los productores de petróleo activan una cláusula cero para no pagar por venderlo” (Cinco Días); “La crisis dispara el 40% las ventas de una empresa de envases para alimentos de O Porriño” (La Voz de Galicia) ...

Claramente, cabalgamos hacia una profunda recesión sobre los lomos de una inédita crisis sanitaria global. El confinamiento nos regala tiempo para consumir una gran cantidad de información, pero también una ingente suma de -creíbles- bulos que nos alertan de la letalidad del virus, de cómo afectará a nuestra forma de vivir en sociedad y del brutal impacto económico para millones de familias. Son muchas las empresas de productos de gran consumo afectadas por la crisis y están viéndose obligadas a pedir ayudas a las administraciones públicas. Tras el anuncio de un ERTE realizado por una gran empresa de refrescos, leemos en la prensa: “El Govern aplaza el impuesto de bebidas azucaradas y canon de residuos y agua” (20 Minutos).

Las semanas de confinamiento han cambiado los hábitos de compra de los ciudadanos, quienes, para minimizar los riesgos de contagio, se decantan por hacer un pedido online para adquirir productos de primera necesidad. Para otros artículos, el cierre de los comercios que se ha decretado no deja más opción que la compra en plataformas digitales. Las personas que siguen aventurándose a comprar físicamente visitan un solo establecimiento y un único día a la semana, siguiendo las recomendaciones. Aquellos que siguen apostando por el comercio de alimentación de proximidad han sentido la incomodidad de hacer cola en la calle, manteniendo la distancia de seguridad hasta la llegada de su turno.

Por lo tanto, puedo afirmar que el coronavirus ha marcado un antes y un después en el sector del plástico. Este material solía tener muchos detractores, y mayor aún era la conciencia social que se había creado en contra del plástico de un solo uso. Sin embargo, llevamos semanas viendo el plástico como un elemento protector, un aislante relacionado con la higiene y con la salud. Hemos visto cómo la fabricación de envases ha sido considerada una actividad esencial y, de la mano, los medios de comunicación han afirmado que tales envases permiten el abastecimiento de alimentos: “El plástico se ha vuelto un aliado contra el virus al emplearse para guantes, trajes protectores o respirado- res” (La Voz de Galicia).

El bajo precio de los envases y el incremento de su producción, en combinación con las prácticas adoptadas durante el confinamiento, podrían suponer el repunte de la utilización del plástico en el retail.

Los ofertantes del petróleo con el que se fabrica el plástico, ante el exceso de demanda, han rebajado a menos de 10 dólares los precios del barril, para muchas de las compañías de crudo. Esto podría provocar una oferta de plástico para uso alimentario a precios muy bajos, lo cual afectará negativamente a la materia prima secundaria.

Por consiguiente, el bajo precio de los envases y el incremento de su producción, en combinación con las prácticas adoptadas durante el confinamiento, podrían suponer el repunte de la utilización del plástico en el retail. Y de este fatídico suceso se ha hecho eco la prensa: “La declaración del estado de alarma ha cambiado los hábitos de consumo en los supermercados, disparando las ventas de la comida envasada (...) El plástico, hasta ahora enemigo número uno de la lucha contra el cambio climático, se ha convertido en un aliado de la atención médica y sanitaria” (La Voz de Galicia).

El sector había iniciado un camino decidido a favor del consumo racional del plástico de un solo uso. De hecho, algunas empresas ya ofrecían a sus clientes la compra de productos frescos con sus propios envases reutilizables. Pero, tras la crisis del Covid-19, las dudas que me invaden son: ¿Mantendrán los empresarios esta opción? ¿La permitirán las autoridades sanitarias?

Deseo que esta pandemia no suponga desandar lo que tanto trabajo y concienciación ha costado andar, pues volver a usar indiscriminadamente el plástico supondría un gran daño para nuestro entorno y un peligro para la sostenibilidad que se había conseguido implantar. Es realmente devastadora la masacre de vidas humanas que ha provocado a su paso este virus, pero también lo será la que dejará el uso masivo de plástico en nuestro planeta; y entonces las vidas que lamentaremos irán más allá del ser humano. Quizás, con una adecuada higiene personal y con buenas costumbres cívicas, ahorraríamos al medioambiente una cantidad de plástico de la que no podrá deshacerse nunca, y a la que no podrá hacer frente ileso.

Finalmente, mi esperanza es que, cuando superemos la pandemia, el retail siga apoyando a nuestros agricultores, ganaderos y pescadores, así como a nuestra industria alimentaria, porque, con un gran esfuerzo, nos han abastecido de todos los bienes de primera necesidad en los momentos más duros y cruciales para la sociedad.

Eusebio Martínez de la Casa - Presidente de Recircula.

(*) Este artículo pertenece al Suplemento Post-Covid del Anuario de la Innovación de Food Retail & Shoppers. Descárgalo GRATIS aquí.

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