Tras el tapón "anclado", otra novedad llega para las botellas de plástico en 2025
Aunque en este caso el cambio no será perceptible para los consumidores, sí afecta de forma obligatoria por ley a los fabricantes desde este 1 de enero.
Si desde el pasado 3 de julio es obligatorio que las tapas y tapones de las botellas de plástico o briks de hasta tres litros queden unidos al resto del envase mediante una lengüeta durante la fase de utilización prevista de esos productos, con el fin de garantizar su reciclado de forma conjunta, 2025 arranca con otra novedad para estos recipientes recogida en la misma directiva europea.
Así, de acuerdo con el apartado 5 del artículo 6 de la Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de junio de 2029, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, desde el 1 de enero de 2025 "las botellas para bebidas (enumeradas en la parte F del anexo) cuyo principal componente en la fabricación sea el tereftalato de polietileno (botellas PET)" deberán contener "al menos un 25% de plástico reciclado, calculado como una media de todas las botellas PET introducidas en el mercado dentro de su territorio".
Es decir, que la novedad afecta a los mismos recipientes que deben llevar el tapón y/o tapa anclados. Y aunque el cambio no será perceptible para los consumidores, sí afectará a los fabricantes de botellas de plástico, que deberán tener en cuenta esta obligatoriedad por ley, si bien algunas marcas ya han venido adoptando esta transformación en la composición de sus productos en años anteriores.
Cabe destacar que la medida, dirigida a cerrar el ciclo del plástico y minimizar la extracción de recursos vírgenes, reduciendo con ello la huella ambiental y fomentando el mercado del reciclaje, se ampliará aún más a partir de 2030, cuando las botellas para bebidas deberán contener "al menos un 30% de plástico reciclado".
LUCHA SIN TREGUA
Desde finales de octubre de 2023, la UE ha prohibido la venta de productos a los que se les haya añadido microplásticos de manera intencionada, afectando con ello a detergentes, cosméticos, juguetes, purpurina y otros artículos. La finalidad es la de evitar la liberación de, aproximadamente, medio millón de toneladas de estas partículas sintéticas al medio ambiente.
Las autoridades de la Unión Europea seguirán implementando restricciones sobre el uso de plásticos con el objetivo de reducir gradualmente su presencia en los envases, estableciendo metas del 5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040.
Entre los artículos que quedarán prohibidos se encuentran los envases para frutas y verduras frescas, los recipientes de alimentos y bebidas servidos en cafeterías y restaurantes, porciones individuales como salsas, condimentos, cremas y azúcar, cosméticos en formato miniatura, así como los envoltorios plásticos utilizados para proteger maletas en los aeropuertos.
Como recordarán los lectores de FRS, a todo ello cabe sumar en el caso de España que, como consecuencia de los insuficientes datos de recogida de envases de plástico obtenidos por Ecoembes a través del contenedor amarillo, la legislación exige tener implementado para noviembre de 2026 un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de envases de bebidas (SDDR). Productores y retailers han solicitado al Miteco una prórroga hasta 2029, tal y como contempla el inminente Reglamento (UE) sobre envases en el caso de incumplimiento de objetivos. En todo caso, el ministerio ya ha dejado claro que para 2029 se deberá cumplir con el objetivo del 90% de reciclado.
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