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Los consumidores españoles podrán ‘devolver los cascos’ de botellas de plástico, briks y latas de bebidas en un plazo de dos años

El Gobierno implantará el pago por la devolución de este tipo de envases desechables para fomentar su reciclaje, tras concluir Transición Ecológica que con el modelo actual, a través de su depósito en el contenedor amarillo, no se alcanzan los objetivos marcados por la UE. Desde Fiab recalcan la importancia de la colaboración público-privada para definir e implementar el sistema más eficaz.

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El objetivo del SDDR es fomentar el reciclaje y reducir a cero el abandono de los mismos en el medio natural y urbano.

En un plazo máximo de dos años, el conocido sistema de ‘devolución de los cascos’ que funcionó en todo el país hasta principios de los años 80 volverá a implantarse en España para el caso de las botellas de plástico de un solo uso, además de latas y briks de bebidas, de manera que el consumidor podrá acudir a los puntos habilitados a tal efecto para desechar este tipo de envases y que les devuelvan dinero.

Así lo anunció el Gobierno a última hora del pasado viernes tras constatar en un informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre la recogida separada de botellas de plástico en 2023 que España apenas llegó al 41,3% con el sistema actualmente establecido, a través del contenedor amarillo, cuando la Ley 7/2022 de residuos recoge que deberíamos haber alcanzado el 70% -el 85% para 2027-, en línea con los objetivos establecidos por la Directiva (UE) 2019/904 de plásticos de un solo uso, para 2025 y 2029.

La propia legislación contempla que, en el caso de no alcanzar esos objetivos intermedios, "se implantará en todo el territorio, en el plazo de dos años, un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) para estos envases que garantice el cumplimiento de los objetivos en 2025". 

En concreto, el SDDR consiste en dejar una pequeña cantidad económica (10-20 céntimos de euro) cuando compras una bebida, que recuperas en el momento de devolver el envase vacío a cualquier tienda, supermercado o punto habilitado. No se trata de una tasa, impuesto o canon, sino de una fianza que se recupera una vez devuelto el envase, por lo que "los precios no deberían verse alterados", según aclaran expertos del sector.

El objetivo del sistema es fomentar el reciclaje, para alcanzar las tasas establecidas por normativa, y reducir a cero el abandono de los mismos en el medio natural y urbano. La medida, como explican desde Greenpeace, no es ni mucho menos nueva: "Lo hacen decenas de países europeos y más de 50 estados en todo el mundo, permitiendo recuperar ya más del 80% de los envases".

Por su parte, desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) han destacado, en declaraciones a este medio, "el compromiso de la industria alimentaria, que siempre ha cumplido con las medidas establecidas en la regulación", e incidido en la importancia de la colaboración público-privada "para definir e implementar el sistema más eficaz de recuperación y reciclado de envases".

¿A QUÉ TIPO DE ENVASES AFECTA?

El real decreto de envases que desarrolla la ley establece que este sistema de devolución y retorno afectará a botellas de plástico de un solo uso de hasta 3 litros de capacidad para los productos de aguas minerales y de manantial, zumos, néctares, mezcla de frutas y hortalizas recién exprimidas, concentrados para disolución, bebidas refrescantes, energéticas, isotónicas y bebidas alcohólicas. Para garantizar la viabilidad técnica, ambiental y económica de la implantación de estos sistemas, el reglamento dice que, además de las botellas de plástico, se incluirán las latas y envases de cartón para bebidas de estos productos.

El propio reglamento establece que serán los productores quienes soportarán el primer pago del depósito, que será fijado libremente por los sistemas de responsabilidad ampliada del productor en cuantía igual o superior a los 10 céntimos de euro, por cada unidad de envase de bebida que introduzcan en el mercado estatal.

ECOEMBES PIDE ACLARACIONES

La polémica está servida, ya que la publicación del informe del Ministerio para la Transición Ecológica, contemplada en la Ley 7/2022 de residuos para antes del 31 de octubre de 2024 y que concluye con una recogida separada de solo el 41,3% (74.482 toneladas por parte de las entidades locales y 14.017 por recogidas privadas, del total de 214.039 introducidas en el mercado), entra directamente en contradicción con los datos proporcionados por Ecoembes, el único sistema de responsabilidad ampliada del productor de los envases domésticos durante más de 25 años, que eleva al 73,4% esa recogida separada.

En respuesta al cuestionamiento de sus cifras aportadas, la entidad encargada de gestionar los residuos contenidos en los contenedores amarillos y azules ha emitido un comunicado en el que explica que las tasas resultantes no coinciden con las del ministerio porque este último "apenas incorpora en su cálculo las cantidades recogidas en zonas de alta afluencia", que representan más del 40% del total de las botellas recogidas selectivamente en 2022 y 2023.

Según precisa la entidad, los residuos reciclados provienen tanto de los contenedores amarillos -gestionados por los munipicios- como de los ubicados en instalaciones de alta afluencia -gestionados por entidades privadas- en centros deportivos, universidades, hospitales y otros, y "el peso total de las botellas puestas en el mercado corresponde a las declaraciones de las empresas reportadas cada año".

Ecoembes ha pedido a las autoridades públicas que aclaren "de manera oficial" y urgente la metodología de medición para conocer "de una vez por todas, con transparencia informativa y rigor técnico" la forma de calcular la tasa de recogida de botellas y así evitar "discrepancias técnicas".

Al margen de las posibles aclaraciones que puedan efectuarse, la recuperación y modernización del sistema de depósito para el reciclaje de envases abre un nuevo horizonte que, para muchos, sitúa a España al nivel de los países más comprometidos con la lucha contra los plásticos de un solo uso y nos acerca un poco más hacia el deseable residuo cero.

Lo imprescindible, según recalcan en Fiab, es que el nuevo sistema "tenga un tiempo para su definición y consideración de las particularidades de nuestro país, así como de adaptación suficiente para su exitosa implantación", dado que el modelo supone "un importante cambio en los procesos para el conjunto de la cadena y una sustancial modificación en los hábitos de los consumidores".

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