La hostelería mantiene su política de precios por debajo de la inflación para este 2023

La hostelería fue protagonista durante el año 2022 de una contención de precios marcada por la subida de la inflación y las consecuencias derivadas todavía de la pandemia del coronavirus.

Muestra de ello son los datos del INE del mes de noviembre, que reflejan un alza de precios acumulada en el sector en los últimos 12 meses del 7,6%, no muy lejos del índice general (6,8%); en contraste con el dato de la industria hostelera y el alza de una de las partidas que puede representar el 30% de sus gastos: la de alimentación y bebidas, que anotaba una subida del 15,3%, el doble de inflación.

En el conjunto de la industria, en noviembre presentaba un incremento acumulado del 7,4% frente al segmento del alojamiento, que estaba en el 9,9%. Este encarecimiento del ticket medio de los bares y restaurantes, no obstante, ha sido progresivo en los últimos 12 meses, llegando a mantenerse en el 3,4% en marzo frente al 9,8% del índice general y al 18% de los alojamientos. A pesar de las dificultades, la patronal del sector, Hostelería de España auguró un buen cierre del año y pronostica un aumento de la facturación para el 2023 de entre el 5% y el 7%.

"Con una menor inflación en alimentos y bebidas, una factura energética estable, un público que quiere seguir socializando en hostelería y unas medidas del Gobierno que van en nuestra línea de fomentar el consumo, el sector hostelero español estará en condiciones de seguir manteniendo su competitividad y elevado grado de eficiencia en su política de precios", detalla el secretario general de la organización, Emilio Gallego.

En la misma línea, Adriana Bonezzi, secretaria general de Marcas de Restauración, patronal de cadenas como Burger King, Telepizza o KFC, espera que en 2023, las principales enseñas mantengan sus planes de expansión de la mano de "un consumidor cada día más receptivo a las marcas y siempre manteniendo la misma política de repercutirle lo menos posible la inflación a través de unos precios que garanticen la propia actividad del sector".

Un pronóstico que podría cumplirse según los datos de Funcas, que establecen una desaceleración de la inflación de los productos energéticos desde el 28,7% previsto para el cierre de 2022 frente al 2,2% calculado de media para 2023.