La mitad de los consumidores va menos a bares y restaurantes que antes de la pandemia
El gasto se recupera e incluso se incrementa en algunos meses con respecto a 2019
A poco que cayeron las restricciones sanitarias, los españoles volvieron a acudir a bares y restaurantes, fruto de sus ganas de socializar. "Lo echábamos mucho de menos y el consumidor ha respondido rápidamente", explica Edurne Uranga, de NPD Spain, durante un evento organizado por Mahou San Miguel.
"No era una caída voluntaria del consumidor", explica Uranga durante su intervención en 'Retos para la transformación de la hostelería en España'. Eso explica que España ya haya recuperado el gasto en hostelería de antes de la pandemia, incluso después de que fuera el país donde más cayó.
Desde junio de este año el gasto ha sido superior, incluso con grandes diferencias en el mes de agosto. Sin embargo, Uranga llama la atención sobre un dato: la inflación ha afectado a los ingresos y, de hecho, es un factor importante para que se haya dado la recuperación de la que habla.
Con todo, la hostelería no ha trasladado su incremento de costes, o no tanto como lo ha hecho el retail de alimentación. Eso está sirviendo de ayuda para que el consumidor vuelva a salir a bares y restaurantes. "Ese diferencial nos está ayudando a una mayor tracción", sostiene Uranga. Mientras los precios han subido un 7,6%, el gasto lo hace un 3%.
Ha habido un aumento de precios y así lo perciben 9 de cada 10 españoles. En cambio, solo el 38% de los españoles creen que el incremento de precios ha sido mayor del esperado, frente al 60% de los europeos que tienen esa opinión.
Otra cifra relevante para Uranga es que los españoles salimos 17 veces menos al año de lo que lo hacíamos en 2019. De algún modo, los hábitos precrisis han cambiado y, de hecho, la mitad de los consumidores consumen menos en hostelería de lo que lo hacían hace tres años.
Poco a poco, hay hábitos que sí que se van recuperando y, según cree la portavoz de NPD Group, van a seguir haciéndolo, si bien la inflación puede trastocar esas expectativas. Por ello hay dos opciones a los que podría producirse un trasvase del consumo. En primer lugar, se trata de optar por alternativas más baratas. En segundo lugar, trasladar el consumo que se hacía fuera de casa a dentro de casa, tal como lo define Uranga. Por el momento, esta última opción aún no se está produciendo.
Los ajustes tienen que ver con ciertas opciones. Por ejemplo, el 17% opta por reducir el consumo de bebidas alcohólicas, otros buscan menús ya hechos para ahorrar o eligen obviar los productos más caros. Uranga concluye que el consumidor no quiere dejar de salir, pero es consciente de que tiene que decantarse por otras opciones para seguir haciéndolo.
Eso se puede resumir en la elección de comer con la familia y los amigos, mientras decan otros momentos de consumo como tomar copas por la noche, en el cine o el teatro. Además, se incrementa la preferencia por probar cosas nuevas: el 60% de los consumidores eligen nuevos bares y restaurantes.
Restauración organizada y digitalización
En cuestión de diez años, la restauración organizada ha duplicado su peso, si bien la independiente continúa acaparando el 70% del gasto. Para la experta en foodservice, es de esperar que la restauración organizada siga creciendo, sobre todo gracias a suc apacidad de inversión. "Si nos vamos europeizando, la organizada puede seguir ganando terreno en los próximos meses", vaticina.
Otra de las tendencias pujantes en los últimos tiempos es el delivery, que se ha duplicado hasta alcanzar el 8% del gasto total. Esto tiene que ver con la digitalización, que representa una oportunidad para el sector con ventajas en diferentes segmentos: hacer prepedidos, carta digital, pago en mesa, programas de fidelidad, promociones...
En resumen, el sector tiene que afrontar tres asuntos: que el consumidor quiere mantener su frecuencia de consumo, los nuevos estilos de vida y la demanda de una mayor innovación a la restauración.
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