El incremento de coste de vida ha sido un factor clave en la transformación de los hábitos de consumo en los últimos dos años. Para adaptarse a este escenario, siete de cada diez consumidores han modificado su comportamiento, optando por nuevos alimentos o marcas con mejor relación calidad-precio que sus habituales (55%) o reduciendo la cantidad comprada de los mismos alimentos y marcas que consumía (20)%.

El resultado final, en todo caso, es que de forma general el 80% de las personas considera que ha mantenido una dieta saludable, pese al entorno actual de precios, y solo el 17% sostiene que su comportamiento ha cambiado en este sentido debido a la inflación.

Así se desprende de las conclusiones obtenidas de la primera edición de ‘Radar SaluDiable: una mirada a los hábitos de alimentación y consumo’, una encuesta anual elaborada por Dia -lanzada a 20.000 integrantes de su Club Dia y realizada con las respuestas obtenidas de 800 de ellos-, en colaboración con la consultora de Sostenibilidad Quiero, que enmarcada en su programa ‘Comer mejor cada día’ analiza la evolución de los hábitos de compra y de alimentación de los clientes para conocer sus necesidades y facilitar la adopción de una dieta equilibrada y nutritiva sin que su presupuesto se vea comprometido.

"Somos conscientes en Grupo Dia de que hay una clara tendencia desde hace años a cuidarse más y mejor, para mantener unos hábitos de alimentación saludables, pero también que la coyuntura económica ha provocado un impacto sobre esos hábitos, y es lo que hemos querido analizar en este estudio. Además, sabemos que nuestros clientes se quieren cuidar y mantener buenos hábitos pero tienen una serie de creencias erróneas -fundamentalmente respecto al precio y el consumo de producto fresco- que actúan como una barrera, y son esos falsos mitos los que queremos contribuir a derribar”, ha explicado Pilar Hermida, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Grupo Dia.

El precio, principal obstáculo

Los resultados del estudio muestran una alta conciencia y preocupación por mantener una dieta saludable. Casi el 60% de los clientes Dia reconoce que muestra empeño en ello, aunque sin conseguirlo en ocasiones debido a un escollo principalmente: la percepción de precio más caro que otras alternativas de dieta.

En este sentido, casi el 80% de los entrevistados que llevan o intentan llevar una dieta equilibrada asume que los alimentos saludables son más caros; siete de cada diez encuestados piensan que es imposible o dudan que sea posible preparar una comida saludable a un coste de 2,5 euros por persona; y, además, el 62% se muestra convencido de que seguir una dieta variada de frescos resulta más caro que seguir otras dietas apoyadas en comidas preparadas o alimentos envasados.

Esta percepción, sin embargo, "no es real", como ha argumentado Jaume Giménez, CEO de Nutritional Coaching y asesor nutricional de Dia: "En la actualidad podemos encontrar en supermercados productos baratos, con una alta densidad nutricional y que se pueden incorporar perfectamente dentro de un menú saludable. La clave está en escoger bien nuestros menús y nuestra lista de la compra, optando por frutas y verduras de temporada y productos procesados, a los que no hay que demonizar per se, porque no en todos los casos tienen que estar asociados con una alimentación poco saludable -una menestra de verduras en frasco de cristal, por ejemplo-, y que nos van a facilitar, además, mucho el tiempo de preparado”.

Planificar bien la proteína

La clave para conseguir una cesta de la compra equilibrada y saludable que no se dispare en precio es, según Giménez, "planificar bien la proteína, que es lo que más encarece nuestro menú; si optamos por legumbres, por ejemplo, o productos como conservas de pescado o frescos como las sardinas veremos cómo nuestro presupuesto necesario para hacer la compra se reduce de forma significativa".

El experto hizo también alusión a la falsa y extendida creencia de que comer saludable es comer variado. "Comer de todo, como suele decirse, no es necesariamente comer saludable. Una dieta saludable es aquella capaz de adaptarse a las necesidades individuales de la persona, que no solamente hace referencia a cubrir la cantidad de energía, sino que aporta la proteína, grasa, hidrato de carbono vitaminas y minerales necesarios para cubrir esas demandas de la persona en el día a día", subrayó.

Por su parte, Yolanda Fleta, experta también en Nutrición de Nutritional Coaching, incidió en la relevancia de que, "pese al difícil contexto económico, las personas quieren mantener su inversión en una alimentación saludable, no quieren renunciar a ella y para eso tratan de buscar esas opciones más inteligentes para reducir el gasto".

Entre los cambios de comportamiento más significativos que recoge el estudio destaca que el 49% de los clientes ha optado por comer menos veces fuera del hogar, y el 47% por reducir la compra de "caprichos". En este sentido, la compra de productos gourmet se ha reducido en cuatro de cada diez casos y la de refrescos y bebidas alcohólicas en tres de cada diez. Solo dos de cada diez afirma haber reducido el consumo de alimentos frescos, misma proporción que indica la reducción de alimentos procesados o que no ha modificado su consumo de productos de alimentación. De hecho, más del 90% de los consumidores reconoce que comer alimentos de proximidad y de temporada es fundamental para tener una nutrición más saludable.

Salud y felicidad

Por otro lado, hay dos variables que conviene no perder de vista y que en los estudios sociológicos se relacionan de forma positiva, según apunta Fleta, y es el nivel de salud que tienen las personas y su nivel de felicidad: "Esto quiere decir que las personas que se cuidan más son más felices y presentan un nivel de satisfacción más elevado con su vida. El problema es que asociemos el comer de forma saludable a comer aburrido y a prohibirnos cosas, porque esto genera resistencia", señaló.

Entre los cambios que podemos adoptar para afrontar el camino hacia una alimentación saludable, la experta recomienda "empezar a comer más comida preparada en casa, comida casera, recuperar un poco los hábitos antiguos, porque esto se corresponde con una mayor calidad. Normalmente cuando comemos fuera, tendemos a comer de más y platos más ricos en grasa y azúcares. Cuando te preparas tú la comida, eliges ingredientes, calidad y cantidad de las raciones, con lo que estás garantizando una opción más saludable. No se trata de renunciar a la experiencia enriquecedora de salir a comer fuera con familia y amigos, pero este no debe ser nuestro patrón diario. Y en el caso de tener que comer fuera del hogar por necesidad, una opción muy adecuada sería el táper".

Una práctica -la de prepararse comida saludable en casa- que encuentra detractores también por el lado del tiempo y esfuerzo necesarios, que se perciben mayores que otras alternativas. Así lo consideran cuatro de cada diez encuestados. De hecho, más del 20% de los encuestados que intentan llevar una dieta saludable afirma disponer de poco tiempo para comer y prefiere optar por comidas más rápidas, mientras que otros achacan la dificultad para llevar hábitos de alimentación saludables a que es difícil saber qué productos son saludables (14%) o que no conocen recetas atractivas (5%).

Otro cambio de hábito interesante apuntado por Fleta para mejorar nuestros hábitos alimenticios es tratar de comer acompañados: "Está demostrado que comer solo se corresponde con hábitos menos saludables; comemos más rápido, prestamos menos atención... Si comemos en compañía, podemos socializar, aprovechar ese momento del día para compartir ideas y eso al final también repercute en el nivel de calidad de nuestra alimentación".

Falta de promociones y ofertas

De acuerdo con las conclusiones del estudio, al principal obstáculo del precio se suma que el 24% de los encuestados percibe que no hay tantas promociones y ofertas en alimentos saludables, como sí las hay en otros productos de menor densidad nutricional. Ante esta percepción, siete de cada diez encuestados consideran imposible o dudan que sea posible elaborar una comida saludable a un coste de 2,5 euros por persona.

En este sentido, Javier López Calvet, director de Sostenibilidad de Dia España, señaló que "con la ambición de que nuestros clientes puedan comer mejor cada día, vivan donde vivan o tengan el presupuesto que tengan, y en un contexto como el actual, en el que los clientes han adaptado sus hábitos de compra para afrontar el incremento de coste de vida, Dia ha reforzado su compromiso histórico con el ahorro de los hogares con una inversión de 150 millones en promociones en 2024".

Dia ofrece un amplio surtido de más de 7.500 referencias que combina productos Dia con referencias de marca de fabricante: "Un equilibrio que ofrece al cliente libertad de elección para que haga su compra según sus gustos y necesidades gracias a una red de 1.100 proveedores locales a los que la compañía realiza el 97% de sus compras anuales. Este surtido incluye más de 1.000 referencias de productos frescos nacionales y amplia variedad de frutas, verduras, carnes y pescados, lácteos y frutos secos en distintos formatos y presentaciones en sus 2.300 tiendas de barrio y en su canal online”, recalcó López Calvet.

Asimismo, conscientes del impacto de los precios en el consumo de las familias, Dia centra sus esfuerzos en apoyar a los cerca de 6 millones de socios que forman parte del Club Dia con promociones exclusivas para ahorrar en la cesta de la compra, pudiendo disfrutar de ofertas, cupones personalizados y promociones semanales en más de 100 productos, con especial foco en los frescos. Todo ello hace posible que "la compra estándar media de un cliente Dia pueda ser de 18-20 euros semanales", concluyó el directivo.