Las compras sostenibles se recuperan, aunque el precio sigue siendo una barrera
Los conceptos de sostenibilidad siguen siendo poco comprendidos por los consumidores, que siguen considerando estos productos opciones caras, según un estudio de Kantar Worldpanel.
El segmento de compradores preocupados por la sostenibilidad registró en 2023 un repunte hasta representar el 22% de los shoppers, en comparación con el 18% en 2022 y el 22% en 2021, según un estudio de Kantar Worldpanel. Estos consumidores gastan cada año casi 500 millones de dólares en el mercado de productos de gran consumo, y se prevé que esa cifra alcance 1.000 millones de dólares en 2027.
Sin embargo, el 43% de los encuestados dice que las limitaciones financieras les dificultan actuar de manera sostenible. Esto sugiere que las marcas que inviertan en hacer asequibles las opciones sostenibles podrán revertir la tendencia hacia los productos de marca blanca, una estrategia importante para lidiar con la crisis del coste de la vida.
Actualmente, los productos comercializados de forma sostenible cuestan el 70% más que el precio medio de la categoría. Las marcas pueden emplear varias tácticas para asegurar el regreso de estos consumidores: uso de envases que no sean de plástico, ingredientes naturales y de origen local, más opciones de recarga y reciclaje y prácticas de comercio justo.
PREOCUPACIÓN POR EL MEDIOAMBIENTE, UNA TENDENCIA
Respecto al comportamiento de los consumidores, este análisis revela que tres cuartas partes de las personas (74%) ahora traen sus propias bolsas cuando hacen la compra (+3% desde 2019), y casi la mitad usan bolsas de tela (+12%). Casi dos tercios de los consumidores utilizan ahora botellas recargables, mientras que casi la mitad (42%) usa tazas reutilizables (+6%).
"Los hogares españoles se adaptan para conseguir ser cada vez más 'eco-friendly', aunque el contexto económico no siempre sea el más favorable: cambian ciertos hábitos para reducir el impacto del desperdicio del plástico sobre el planeta (llevando su propia bolsa o cesta a la compra, por ejemplo) y a la vez reclaman que los gobiernos se responsabilicen de abordar los problemas medioambientales a través de la legislación. En este contexto, las cadenas y las marcas juegan un papel relevante y si consiguen alinear sus acciones con las necesidades de los consumidores más implicados, podrán no sólo atraerlos sino también contribuir a un futuro más sostenible", afirma Jordi Freixas, Solution Director LinkQ en Worldpanel.
COSTE DE LA VIDA Y VALORES MEDIOAMBIENTALES
El estudio también revela tres aspectos interesantes:
1.- La crisis provocada por el incremento del coste de la vida está generando inadvertidamente un comportamiento más sostenible en sectores como la ropa, donde el coste es un factor importante para el crecimiento de las ventas de prenda de segunda mano, mientras que el desperdicio de alimentos es ahora una gran preocupación para el 24% de las personas en todo el mundo.
Para minimizar el desperdicio de alimentos, los consumidores optan por un almacenamiento adecuado de los alimentos (80%), la preparación de comidas con las sobras (70%), la planificación de las comidas (64%), la creación de listas de compra (62%) y la búsqueda de usos alternativos para los alimentos susceptibles de estropearse (55%).
2.- Los conceptos de sostenibilidad siguen siendo poco comprendidos por los consumidores. Sólo el 8% de los consumidores elige con frecuencia productos neutros en carbono, mencionando su falta de comprensión (24%) o la disponibilidad de dichos productos (27%). Sin embargo, los envases reciclables generan una gran expectativa: el 72% elige frecuente u ocasionalmente productos con envases 100% reciclables.
3.- La percepción de que las opciones sostenibles son caras sigue siendo la principal barrera para elegirlas: el 60,9% de los consumidores a nivel mundial menciona el coste como un obstáculo.
La realidad en 2023 es que los medios y el discurso público desempeñarán un papel importante a la hora de impulsar el compromiso con la sostenibilidad. Los gobiernos tienen el poder de cambiar el comportamiento de los consumidores, con acciones que benefician a todos, como la prohibición de productos específicos.
Si bien es cierto que los consumidores quieren mejores productos que generen menos impacto en el medioambiente y menos desperdicios, siendo realistas, la sostenibilidad no es el principal factor que influye en la mayoría de las decisiones en un contexto de presupuestos ajustados. Las marcas deberían ver la inversión en sostenibilidad como una vía para ganarse la confianza de los consumidores y como una garantía de calidad, salud y sabor.
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