Subida de precios y acopio de alimentos: los supermercados rusos también notan la invasión
Rusia teme que se produzca una inflación al alza y la creación de un mercado negro debido a las sanciones por la invasión de Ucrania. Las cadenas de supermercados ya están limitando la compra de bienes básicos.
La invasión de Ucrania está teniendo ya consecuencias también en la población rusa, especialmente por lo que respecta al acopio de alimentos básicos en el supermercado. Las autoridades y los empresarios de este país se preparan ante los posibles efectos de las sanciones impuestas por Occidente, entre ellas el aumento de los precios, bloqueo de tarjetas o la aparición de un mercado negro, informa ámbito.com.
Las cadenas de la gran distribución han constado un aumento de las compras de productos esenciales, según el Ministerio de Comercio, que se muestra preocupado ante la emergencia de un mercado negro. "Las principales cadenas de supermercados decidieron minimizar el riesgo de compra por revendedores de productos básicos", indicó este Departamento en un comunicado recogido por agencia de noticias AFP.
"En varias regiones, se adquirieron estos productos en grandes cantidades, hasta varias toneladas, superiores a lo que se necesita para un uso personal, con el objetivo de revenderlas", añade la nota.
Para evitar que aumente esta práctica, las grandes cadenas han establecido restricciones a las cantidades vendidas a cada individuo.
Asimismo, Rusia también puede limitar los precios de una veintena de alimentos básicos, como la carne, pescado, leche, harina o azúcar, para evitar la inflación. Sin embargo, por ahora, el Gobierno de Putin no se ha pronunciado a favor de esta medida.
AUMENTO DE PRECIOS EN LA RESTAURACIÓN
Por su parte, los restaurantes en Moscú han estado muy concurridos este puente en el país, puesto que el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer) es festivo en Rusia.
Sin embargo, responsables el sector de la restauración han lamentado los aumentos de precios considerables por parte de sus proveedores, en declaraciones al diario ruso Kommersant, y tienen previsto reunirse el miércoles con el alcalde de Moscú.
En líneas generales, el sector privado en Rusia empieza a preocuparse por los efectos de las sanciones en un país donde se toma en serio el riesgo de hambruna tras haber conocido múltiples crisis económicas y períodos de hiperinflación.
El Banco Central ruso también ha ordenado a las entidades financieras que no publiquen sus balances a partir de febrero. Una medida que busca "limitar el riesgo de las entidades de crédito ante las sanciones".
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