Tesco, bye, bye USA
Primero fue Sayonara y ahora un más familiar bye, bye. Tras su salida de Japón, la británica Tesco ha decidido abandonar Estados Unidos. Su aventura en el país del Tío Sam, iniciada en 2007 con una cadena creada desde cero, Fresh & Easy, finaliza abruptamente. Ahora es turno para que el grupo encuentre comprador. La puja ha comenzado y las negociaciones con diferentes operadores ya están en proceso. Este anuncio no coge a nadie por sorpresa. Ya en el mes de diciembre, Tesco anunció una revisión de su actividad en Estados Unidos, cuyas conclusiones se conocerían con la publicación de los resultados provisionales del ejercicio 2012/2013 el día 17 de abril (ver aquí el comunicado del mes de diciembre).
No obstante, la marcha de Tesco no supone el fin para Fresh & Easy, que tiene alrededor de 200 tiendas en los estados de California, Nevada y Arizona. Así se lo ha hecho saber la cadena a sus clientes en un comunicado en su web: "As many of you have heard or read today, our parent company Tesco updated on the future of Fresh & Easy. While we don’t yet know who our new owner will ultimately be, Tesco has already received interest from a number of parties including groups looking to purchase Fresh & Easy as an operating business. We appreciate all the support and love we’ve received from our loyal customers and even though our parent company plans to leave the US, we’re pleased to confirm there are no plans to close any portion of Fresh & Easy".
(Aquí traducido. "Como muchos ya habréis escuchado o leído, nuestra matriz Tesco ha resuelto el futuro de Fresh & Easy. Aunque aún no se conoce nuestro nuevo propietario, Tesco ha recibido el interés de varios grupos por adquirir el negocio de Fresh & Easy. Apreciamos todo el apoyo y cariño recibido por nuestros fieles clientes y, aunque nuestra matriz vaya a salir de Estados Unidos, podemos confirmar que no hay planes para cerrar Fresh & Easy".)
¿Crónica de una muerte anunciada? No será por falta de estudio del mercado estadounidense. Tesco se pasó años estudiando este mercado, haciendo tests, etc. Su aterrizaje parecía que nunca llegaba. Todo con mucho mimo y cuidado, poco a poco, sin prisas...y ni por esas. La cadena nunca ha sido rentable, y se ha batido en un mercado, Estados Unidos, repleto de fuertes operadores.
No obstante, el consejero delegado de Tesco, Philip Clarke, en el blog corporativo de Tesco, Talking Shop, ha colgado un post (ver aquí) en el que achaca el fracaso de Fresh & Easy a la crisis de las hipotecas subprime, que, recordemos, fue el germen de la crisis mundial que nos asola en la actualidad.
"We entered the US in 2007 (...) Two years later, they were the worst performing, having been hit hard by the subprime mortgage crisis. We invested a billion pounds of capital in Fresh & Easy to build stores and a distribution centre".
(Aquí traducido. "Entramos en Estados Unidos en 2007. (...). Dos años más tarde, este mercado fue el que peor se comportó, tras ser duramente golpeado por la crisis de las hipotecas subprime. Invertimos miles de millones de libras en el capital de Fresh & Easy para construir tiendas y un centro de distribución".)
Vaya, que no fue ni el momento ni el lugar para hacer tamaña inversión.
Con todo, no es fácil entrar de cero, hacerse un hueco y adaptarse a un mercado tan maduro como el estadounidense. ¿Deben realmente los grandes operadores mundiales invertir en este tipo de mercados? Recuerdo a Wal-Mart, que salió escaldado de Alemania en 2006. Tuve la oportunidad de preguntar a un alto ejecutivo de la compañía, Don Soderquist, sobre este tema en un Congreso de Aecoc celebrado en Madrid ese mismo año, y reconoció que no habían estudiado correctamente el mercado alemán. Le pregunté cuál sería su recomendación para una empresa española que decidiera salir al exterior. Su respuesta fue precisamente que estudiara bien el mercado en el que fuera entrar.
Por cierto, la confirmación de la salida de Tesco de Estados Unidos vía publicación de los resultados preliminares del ejercicio 2012/2013 ha supuesto una decepción añadida, pues las cuentas de la británica han deparado un beneficio neto atribuido de 124 millones de libras (unos 144 millones de euros), el 96% menos que el año anterior (ver aquí resultados) (ver aquí noticia). Es la primera vez en 20 años que gana menos respecto al curso pasado. ¿Mejor un día pésimo que dos malos?