Las cadenas de restauración pisaron el acelerador en 2022

El sector de la Restauración de Marca finalizó el año 2022 con un aumento del 9% en apertura de nuevos locales en España, según una encuesta realizada entre las actuales 45 empresas, que acumulan algo más de 150 enseñas comerciales en cadenas comerciales de restauración.

La asociación empresarial Marcas de Restauración (MdR), aún pendiente del censo completo de las cadenas, ha apuntado que las cifras agregadas sobre cada una de dichas marcas arrojan un resultado que evidencia la consolidación del sector del Food Service en España.

Marcas de Restauración sí ha detallado los datos del algunas empresas como Alsea, que en 2022 abrió 50 restaurantes entre sus marcas más renombradas Starbucks, Domino’s y VIPS; Food Delivery Brands, que hizo lo propio y sólo en España cuenta con 19 tiendas más de Telepizza, todas ellas franquicias.

Por su parte, Avanza Food sumó 12 nuevos locales franquiciados de sus marcas Carls Jr y Tony Roma’s, y Udon firmó 10 aperturas de las cuales 6 ya se han producido en 2022.

La marca KFC cerró el año con 30 nuevas aperturas, alcanzando una cifra total de 247 restaurantes en España, lo que ha permitido generar más de 1.000 nuevos puestos de trabajo.

En su caso, Aloha Poke inauguró cinco locales más durante 2022; y Tastia Group abrió 3 restaurantes, en tanto que Teikit inauguró su tercer local en la capital.

Respecto a 2023, el 90% de las empresas de restauración en cadena espera seguir creciendo aunque a un ritmo "más moderado"; la práctica totalidad prevé aumentar su facturación y más de la mitad, el 57 %, prevé aumentar su plantilla, según se desprende de una encuesta realizada por Marcas de Restauración.

El presidente de Marcas de Restauración, Carlos Pérez Tenorio, ha subrayado que es evidente que el potencial de crecimiento del sector actúa de "contrapeso" a todas las circunstancias que el sector lleva "sufriendo y capeando desde el pasado 2020".

Sigue preocupando la fuerte incidencia sobre la subida generalizada de costes y suministros, tales como los alquileres de los locales comerciales, ligados al incremento de un IPC desbocado, el incremento de precios aún no controlados sobre las materias primas y las energías, así como la entrada en vigor de nuevas normas como el nuevo impuesto a los plásticos de un solo uso.