Autoservicio Chalmar, el supermercado más antiguo de España
Abrió sus puertas en 1958 en la calle Toledo de Madrid. El proyecto requirió más de 400 obreros por jornada trabajando en tres turnos día y noche debido a la peligrosidad de la obra.
La historia del retail alimentario en España con concepto de supermercado se remonta al año 1958, cuando abrió sus puertas Autoservicio Chalmar, en la castiza calle Toledo número 32 de Madrid. Actualmente, este espacio sigue funcionando como tal, aunque bajo la enseña Dia.
Así lo recoge en su LinkedIn Alfonso Sebastián, vicepresidente de la Asociación Española del Retail, quien saca a la luz este prácticamente desconocido hecho, dado que, mayoritariamente, se ha pensado que el primer supermercado de España lo abrió Caprabo en 1959. El valor de esta cadena radica en que, a día de hoy, ese establecimiento, situado en la Avenida Padre Claret de Barcelona, aún sigue abierto bajo la enseña catalana. Sin duda, como resalta este experto, "tiene un mérito enorme y, muy seguramente, fue el primer supermercado en abrir bajo iniciativa privada" ya que, "con anterioridad al año 1959 lo habitual era que los pocos supermercados que abrían eran con iniciativa mixta, pública y privada".
UN PROYECTO "COMPLEJO Y ARRIESGADO"
El diseño de Auservicio Chalmar fue obra del Estudio Lamela, autor entre otros, del proyecto de la terminal T4 del aeropuerto de Madrid Barajas. Esta firma ofrece en su web las peculiaridades de una reforma que califica de "complicada y arriesgada, debido a la precaria salud del inmueble y al hecho de que durante la construcción permaneciera ocupado por todos sus inquilinos".
Ubicado en un edificio de viviendas de seis plantas, se procedió a la rehabilitación las plantas sótano, baja y primera, para la instalación del citado autoservicio.
"Su estructura era un entramado vertical de madera—muy afectado por la carcoma, hasta el punto de haber desaparecido en algunos tramos— rellenada de yesones, con viguería de pino y aligerada con unas piezas cerámicas desconocidas. También existían algunos soportes de fundición introducidos en obras de reforma y alguna viguería metálica. Debido a movimientos estructurales verticales y de forjados, había profundas grietas desde la cubierta hasta la planta baja. Como consecuencia de la deficiente red de saneamiento del inmueble, las humedades provocaron la pudrición de elementos de estructura. Existían materiales resistentes completamente arruinados y una red de evacuación, de trazado irregular e incluso algo jocoso, producto de sucesivos añadidos", explica Estudio Lamela.
La compañía responsable del proyecto de diseño reconoce también "un problema muy serio" que fue "reajustar la nueva red de saneamiento y la escalera de vecindad –cuyo uso no podía interrumpirse porque el inmueble estaba íntegramente habitado en el resto de las plantas–, lo que creó una complicada situación en la organización de la obra. En los 1.750 m2 del total de la reforma hubo más de 400 obreros por jornada trabajando en tres turnos día y noche debido a la peligrosidad de la obra".
Así pues, "el viejo y habitado edificio debajo del cual se construyó otro íntegramente nuevo se apoyó sobre un complejo estructural metálico para lograr mayores luces. La planta primera se resolvió como un cuerpo de transición que utilizaba en fachada sus elementos constructivos con el fin de alcanzar un ritmo profuso de huecos verticales, como invariante castizo de la zona".
Además, "se creó un gran escaparate: la tienda misma, con toda su espectacularidad como reclamo comercial, con sus 37 metros de fondo medio", concluye el Estudio.
A continuación os ofrecemos algunas imágenes de Autoservicio Chalmar que muestran el resultado de estas actuaciones y el interés que despertó el establecimiento entre los madrileños de la época.
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