‘Infoxicación’: el grave problema de la creciente desinformación en el sector alimentario
El director de la Oficina Agroalimentaria de LLYC alerta sobre la necesidad de debates serenos, claros y constructivos que contribuyan a mejorar la reputación del sector y ayuden al consumidor a distinguir la información verdadera de la que no lo es.
La información como herramienta clave para los consumidores, apostando por la evidencia científica, la educación y la lucha contra la desinformación como elementos que aporten prestigio al sector alimentario de nuestro país, es una de las necesidades clave recogidas en el informe ‘Alimentación en España: la era de la cooperación’, que lanzamos con motivo de la presentación de la Oficina Alimentaria de LLYC.
Debemos comprometernos a convertir la información en la herramienta principal de los consumidores en nuestro país, desde un enfoque constructivo, dejando atrás las tendencias negativas, punitivas y restrictivas que han dominado el debate público en torno a la alimentación. Y es que tanto el sector alimentario como sus consumidores se enfrentan al grave problema de la desinformación global.
A pesar de los esfuerzos de verificación, tanto los medios de comunicación como los consumidores tienen grandes dificultades para contrarrestar la creciente “infoxicación”, en la que la verdad se mezcla con información falsa y dificulta la distinción entre lo real y lo ficticio. Esto ha dado lugar a una poderosa herramienta de competencia desleal en los mercados alimentarios.
Un ejemplo paradigmático de infoxicación es la acusación de que los alimentos que consumimos diariamente llevan productos químicos, causándonos enfermedades graves y mermando nuestra salud. Estos alimentos contienen muy pequeñas dosis de compuestos químicos naturales que son tóxicos para las personas. Sin embargo, solo porque un químico esté presente no significa que sea dañino en la cantidad presente.
DEBATES CLAROS Y CONSTRUCTIVOS
Frente a esta situación, que afecta de lleno a la reputación del sector, es imprescindible un enfoque transversal que posibilite debates serenos, claros y constructivos basados en datos científicos verificables. Solo así podremos articular medidas eficaces que aumenten la competitividad de la cadena alimentaria, combinando de manera coherente la gestión de datos, el marketing y la publicidad.
Además, es crucial establecer alianzas con líderes de opinión capaces de transmitir mensajes claros a la sociedad, otorgando así una ventaja competitiva y un mayor papel de influencia a las empresas del sector que lideren este cambio.
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