El nuevo consumidor: higiénico, ecológico y local
Ingredientes saludables, etiquetado transparente y una mayor conciencia en torno al cuidado del mediambiente son conceptos que están ganando terreno entre buena parte de los consumidores a raíz de la pandemia, según un estudio de Beneo.
Los ingredientes saludables y la transparencia en el etiquetado son más importantes que nunca para los consumidores, especialmente después de la pandemia Covid-19. Y es que los compradores de todo el mundo tienen cada vez mayor conciencia sobre su bienestar al cuestionarse su vulnerabilidad a las enfermedades y patologías.
También están preocupados por el medioambiente y por si el impacto del virus se ha visto intensificado debido a los niveles crecientes de daño medioambiental. Como resultado de estos cambios de actitud, los consumidores buscan ahora adquirir alimentos y bebidas que promuevan el bienestar y mantengan su energía en estos tiempos difíciles, a la vez que minimizan el impacto en el entorno natural.
Estas son algunas de las principales conclusiones de una encuesta internacional encargada por Beneo a la compañía de investigación de mercado FMCG Gurusi.
Respecto a la preocupación por el medioambiente a raíz de la pandemia, este análisis incide en que algunos consumidores se han cuestionado si problemas como la contaminación del aire han aumentado los problemas respiratorios, haciendo a las personas más vulnerables a la enfermedad. Esta preocupación ha alterado los patrones de compra por lo que 6 de cada 10 consumidores prestan más atención ahora al impacto que su comida y bebida tienen en el entorno.
Asimismo, el impacto general de la Covid-19 también ha resultado en que el 64% declaren ser ahora más conscientes de su salud inmunológica. Incluso consumidores que anteriormente consideraban que tenían un buen sistema inmunológico están cuestionándose su vulnerabilidad a enfermedades y patologías. Esto está teniendo un impacto directo en el comportamiento de compra, con dos tercios de los consumidores (64%) más interesados en ingredientes, comidas o bebidas que ofrezcan beneficios preventivos o protectores para la salud. Es probable que esta tendencia continúe prevaleciendo en el mercado en el futuro próximo, pronostica la investigación.
ALIMENTOS QUE APORTEN ENERGÍA
En estos tiempos desafiantes, los consumidores también buscan formas de luchar contra la sensación de fatiga de una forma más natural. En esta línea, el 34% de ellos afirman que ahora es más probable que busquen alimentos y bebidas que aumenten la energía de manera duradera y equilibrada.
Además, están buscando, y no es ninguna sorpresa, mejorar su bienestar mental, con más de la mitad (55%) que afirma que es probable que opten por comidas o bebidas que mejoren su estado de ánimo. Sin embargo, la formulación es clave, ya que los consumidores buscan evitar ingredientes perjudiciales para su salud a largo plazo al mismo tiempo que un impulso de energía a corto plazo.
Una oportunidad que surge de este interés es el atractivo de los carbohidratos de liberación lenta y de bajo índice glucémico, ya que el 45% de los consumidores considera que son mejores para su salud, apunta el estudio.
UN GRAN CONSUMO MÁS SOSTENIBLE
Esta tendencia hacia un consumidor concienciado y 'verde', también se traslada a los retailers, para quienes ganar en sostenibilidad y explorar todas las mejores opciones en torno a esta idea, ya es una prioridad.
De hecho, en lo referente a las empresas, surge una obligación ineludible: la innovación en sostenibilidad, un elemento clave para ayudar a las compañías a ser más transparentes, respetuosas y responsables, constituyendo de esta forma una importante ventaja competitiva.
Uno de los principales desafíos a los que se enfrentan las compañías de gran consumo es el de reducir el impacto nocivo de los envases y embalajes y la generación masiva de residuos. Aparecen innovaciones como la utilización de materiales biodegradables y reutilizables o acciones en el punto de venta, como la eliminación de las bolsas de plástico de un solo uso que ya han puesto en práctica la mayoría de las principales cadenas.
Todo ello nos conduce a la reflexión inevitable de que nada volverá a ser como antes a raíz de la pandemia de Covid. Parece evidente que de esta pandemia saldrá un nuevo escenario global, no solo en lo económico sino también en el día a día de los consumidores y, por tanto, de la gran distribución.
Existen tres retos de futuro para los supermercados a los que tendrán que enfrentarse si quieren seguir siendo competitivos: una compra más higiénica y menos 'sociable'; una apuesta clara por el canal online, que ha ganado numerosos adeptos en estos últimos meses y que ha llegado para quedarse; y una tendencia hacia lo local que requiere un etiquetado claro.
Desde luego, está claro: los patrones han cambiado a gran velocidad y ahora existe una sensibilización extrema del consumidor por la salud y la higiene. Más allá del profiláctico lavado de cestas y carros, el suministro de gel hidroalcohólico o el uso obligatorio de mascarillas, las grandes cadenas aspiran a certificar su buena praxis como forma de atraer a un consumidor higiénicamente insobornable. Y todo ello sin olvidar el factor precio. En este contexto de crisis estamos ante un consumidor más racional y las promociones desempeñarán un rol importante, así como el canal de surtido corto.
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