Mercadona no es sólo un éxito comercial; también es el éxito de un modelo logístico y operativo.
Juan Roig se precia de haber organizado la enseña como "una cadena de montaje" en la que la variabilidad de procesos se ha reducido al mínimo para garantizar la eficiencia.
Buen ejemplo de esto es el índice de rotación de existencias, que según cálculos de José Antonio Latre, consultor y experto del sector, se sitúa entre 8,5 y 11,2 días.
"Esto significa que, aproximadamente cada diez días, Mercadona vacía la mercancía de todas sus tiendas y plataformas", explica el experto. Y añade: "En el sector, una rotación de inventario de en torno a 20-24 días es buena, por lo que estas cifras son absolutamente impresionantes".
Más rotación, menos costes
La enseña con sede en Albalat dels Sorells ha afinado un modelo de surtido corto que le permite cubrirse la cabeza sin taparse los pies.
Al utilizar como métrica de gestión las UTD (unidades vendidas por tienda y día), conserva en su cartera sólo las referencias de mayor rotación, lo que reduce sus costes de inventario y de producción.
Pero al mismo tiempo, su compromiso con un surtido tipo de 8.000 referencias —muy superior, por ejemplo, a los de Lidl o Aldi, que constan de 3.000 y 2.000 referencias cada uno— garantiza que llegue al mayor número de compradores posible.
Juan Roig ha descartado de plano aventurarse en nuevos formatos de tienda: quiere que todos sus establecimientos funcionen bajo el mismo modelo, con los mismos precios y, "a ser posible, el mismo surtido".
Productividad por trabajador, una cuestion de detalle
La estandarización y el cuidado al detalle son visibles también en la productividad por trabajador de Mercadona. Según cálculos de El Economista, esta se sitúa en 313.545 euros al año, la más alta del sector y un 12,8% más que en Lidl, la segunda clasificada (datos de 2021/2022).
Los críticos de Mercadona atribuyen la mayor productividad a la enorme presión a que están sometidos sus trabajadores, pero sin duda también han debido influir factores como el nuevo modelo de tienda, la maquinaria de limpieza o las célebres cajas verdes, que reducen tiempos de reposición y optimizan el transporte.
No siempre se trata de grandes estrategias comerciales. A veces, el secreto está en las pequeñas victorias.