Soy Frigo inicia en España un modelo de venta de helados en embarcaciones

El programa de venta Soy Frigo trae por primera vez a España un nuevo modelo de venta con propósito a través de embarcaciones de la mano del operador local Barba Brava. El programa social y medioambiental de la marca de helados de Unilever ha lanzado la iniciativa este verano en los municipios de Palamós y Roses siguiendo el modelo de embarcaciones de helados ya presente en Italia y Turquía. Esta fórmula ya se ha desplegado también en las costas de Ponza, Palmarola y Procida en Italia, y ahora se puede disfrutar en la Costa Brava.

El proyecto se lleva cabo a través de Barba Brava, compañía fundada por los gerundenses Elies Castro, Joan Peraferrer y Nil Linares, y propietaria de las dos embarcaciones, que se encarga de ofrecer este innovador servicio al turismo local e internacional que visita estas poblaciones: "Estamos muy contentos de poder activar una propuesta que conecta con las personas desde el agua, que los acerca a sus productos preferidos y que busca concienciar a todos de la importancia de llevar a cabo un ocio respetuoso con el entorno", asegura Elías Castro.

Las dos embarcaciones, la Barba y la Brava, lideradas por dos patronas y dos marineros, empiezan su ruta cada día a las 12:00h de la mañana hasta las 19:00h de la tarde desde cada uno de estos dos puertos durante los meses de verano. Las barcas ya están en marcha y se pueden encontrar alrededor del Puerto de Roses y el de Palamós, ofreciendo sus servicios a otras embarcaciones privadas de la costa, llevando los productos de parte de Soy Frigo directamente a las barcas particulares.

La patrona de una de las embarcaciones, Blau, subraya la gran oportunidad que la iniciativa proporciona: "Es una suerte poder formar parte de un proyecto tan diferente, que no solo eleva el turismo de la zona, sino que lo hace de una manera sostenible y socialmente consciente."

VENTA CON TRASFONDO MEDIOAMBIENTAL

Las dos embarcaciones, de pequeñas dimensiones, están equipadas con placas solares que se encargan de la refrigeración de los helados para asegurar una manera sostenible de proporcionar este servicio a los clientes. También están equipadas con motores de baja potencia para garantizar un impacto mínimo sobre el medioambiente. Además, estas embarcaciones sostenibles ofrecen miles de conos para que ningún turista tenga excusa a la hora de lanzar las colillas del cigarrillo u otros elementos nocivos para el medioambiente.

La iniciativa, en línea con los objetivos de Soy Frigo de generar un impacto positivo en el entorno y en la sociedad, fondeará por la costa ampurdanesa hasta septiembre.

Para la coordinadora del programa Soy Frigo, Cristina Nadal, "es indispensable que las marcas sean capaces de generar un impacto positivo en su entorno, sobre todo cuando se trata de marcas tan estimadas, reconocidas y vinculadas con los momentos de vacaciones y diversión como es Frigo".

Miquel Clemente y el Anna Alabau, impulse specialist y responsables comerciales de Unilever en la provincia de Girona, fueron el primer contacto con Barba Brava, ayudando en la ejecución del proyecto: "Nos cautivó la idea desde la primera conversación con los socios. Se trata de un nuevo modelo de negocio que nos permitirá dar respuesta a nuevos momentos de consumo", afirma Alabau.

OPORTUNIDADES Y EMPLEABILIDAD

Según precisa la marca de helados, contar con Soy Frigo representa para un cliente medio un aumento aproximado del 34% de su facturación. Abrir nuevas oportunidades de generar negocio y empleabilidad permite un impacto social positivo a la hora que genera beneficios para el empresario o restaurador.

En este sentido, Álvaro López, líder del negocio, reconoce que este programa "permite adaptarse a cualquier entorno, localización y situación". "Gracias a él cumplo mi propósito de dejar una huella positiva en las personas y la organización, disfrutar de los desafíos comerciales de transformación, ayudar a las personas y mejorar las habilidades del entorno donde operamos", añade.

Soy Frigo nació en España en 2015 y se ha exportado a diferentes países de todo el mundo hasta alcanzar un impacto positivo en más de 100.000 personas en todo el planeta.